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La Guardia Civil de Peñafíel custodia el barrio gitano

Luis Barbero

La disputa por un asiento en la plaza de toros terminó con un vecino con una ceja abierta y otros 4.000 en pie de guerra. Los habitantes de Peñafiel (Valladolid) se concentraron en la plaza del pueblo hasta las tres de la madrugada de ayer exigiendo la dimisión de su alcalde, al que acusan de favorecer a los gitanos. La Guardia Civil ha acordonado el barrio gitano y ha recomendado a sus residentes que no salgan hasta que los ánimos se calmen.El gobernador civil de Valladolid en funciones, Leonardo Marcos, recibió ayer a una comisión formada por, el alcalde de Peñafiel, el socialista Honorino Fernández, y seis vecinos. Marcos aseguró que lo ocurrido en la localidad vallisoletana "no es otro Mancha Real" y aseguró que la trifulca no se debe a un conflicto xenófobo, sino a la acción aislada de un grupo de violentos.

La reyerta surgió la tarde del miércoles, cuando payos y gitanos se enzarzaron en una discusión por un asiento en la plaza de toros. El enfrentamiento concluyó al golpear un gitano a un payo con un palo en la ceja, causándole heridas leves.Las fiestas patronales fueron suspendidas de inmediato.

Hasta las tres de la madrugada del jueves, 4.000 vecinos se concentraron en la plaza principal de Peñafiel al grito de "¡A por ello!!", y pidiendo la dimisión del alcalde, al que acusan de adjudicar viviendas gratuitas a los gitanos y de eximirles del pago de impuestos. Efectivos de la Policía Municipal y de la Guardia Civil rodearon el barrio gitano e impidieron las tentativas de algunos exaltados, que sugerian rociar la casa del agresor con latas de gasolina y prenderle fuego.

Elalcalde de Peñafiel se reunió ayer con representantes de la comunidad gitana para pedirles tranquilidad porque "ésto no puede continuar así". Según Fernández, la re, yerta tiene su origen "en un grupo pequeño de gitanos que tienen entre 17 y 20 años y que son unos provocadores". Juan José, patriarca gitano de Peñafiel, comentó. "El incidente lo provocaron los gitanos de Madrid y Valladolid que habían venido a las fiestas del pueblo y que han huido cuando han visto el follón. Aquí vivimos unos 300 gitanos, desde hace años, y tenemos los problemas normales, pero no más".

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Sobre la firma

Luis Barbero
Es subdirector de Actualidad de EL PAÍS, donde ha desarrollado toda su carrera profesional. Ha sido delegado en Andalucía, corresponsal en Miami, redactor jefe de Edición y ha tenido puestos de responsabilidad en distintas secciones del periódico.

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