_
_
_
_
_

Una biografía de Rosendo revisa 25 de rock duro

El creador de Leño es un 'hippy' tímido

Hace unos días se puso a la venta el libro Rosendo, rock en las tripas (Guía de Música Ediciones, colección La Encrucijada), del periodista Pedro Giner. Se trata de la biografía del guitarrista, cantante y compositor Rosendo Mercado (Madrid, 1954), uno de los músicos más representativos del rock duro madrileño en los últimos 25 años.

Más información
Su firma en 50 discos

Se le identifica con el rock macarra y áspero; pero todos dicen que es un hippy tímido, romántico, pacífico, incluso dulce en el trato. Y también muy cabezón, tenaz. Luce melena irremediable y napia esplendorosa que poco tiene que envidiar a Cyrano. Está enganchado desde niño al rock and roll por vocación y por narices. Reside en Carabanchel y es muy madrileño (el grupo Leño, al que perteneció antes de ser solista, fue emblemático en Madrid). Por eso, este libro es también una crónica certera de 25 años de rock en nuestra ciudad.Pedro, Giner (Madrid, 1961), que publicó el año pasado una exhaustiva Guía del rock (Luca Editorial), ha escrito la biografía con rigor impecable. Al preguntarle sobre su protagonista contesta: "Cuando me puse a elaborar el libro, le conocía poco. El trabajo fue un placer; es un tipo formidable. Durante meses hemos hablado de muchas cosas. Su imagen pública responde a la verdad de un hombre que lucha por ser honesto consigo mismo, y con los demás. Se ha ganado a pulso la fama de auténtico y de buena gente".

Rosendo (que recaló ayer en Madrid para descansar un par de días de su gira de verano) se cohíbe ante esas apreciaciones: "Soy macarra, callejero y esas cosas. Lo de auténtico me incomoda porque uno se ve obligado a hacer algunas concesiones. Yo necesito pelearme por lo que pienso que debo ser y hacer. Si he resistido es porque he tenido suerte y personas que oreen en mí. Soy un currante del rock". Sobre Woodstock94, muestra reticencias: "Segundas partes no son buenas.

Entonces fue magnífico; ahora es como tirar, de la nostalgia". Pedro Giner no opina así: "Ver a tantos y tan grandes artistas juntos es un espectáculo, impresionante".

Tras haber fundado los grupos Ñu y Leño, Rosendo irrumpió como solista en 1985 con un disco de título elocuente, Loco por incordiar. ¿Sigue en ello? Ayer mismo manifestaba: "Hombre, aquella era otra circunstancia, pero sigo con ganas de dar la vara y decir cosas que ya no dice la gente de mi generación. Nunca he provocado broncas en mis actuaciones. El rock duro ya no es dogmático. Los músicos y el público nos hemos hecho más tolerantes y abiertos. Las peloteras de antaño ' con pocas excepciones, han pasado a la historia".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Idea cerril

Algo similar piensa Pedro Giner: "Aquello de 'fuera del rock no hay salvación'. era una idea cerril. En los noventa,, el cambio ha sido evidente. Los conciertos son pacíficos. Se ha ganado en imagen, en actitud, en respeto. Además, el espectro social de los heavies se ha ampliado. Hay en los quioscos al menos cinco revistas- mensuales del sector. Todas funcionan. El rock duro está en buen momento en Madrid, con cuatro salas especializadas y muchos bares". Rosendo matiza: "Sí, pero los profesionales disponemos de muy pocos locales con infraestructura necesaria pata dar conciertos. Lo más positivo es que todo se ha descentralizado; los chavales que empiezan, que son muchos, cuentan en sus barrios pubs donde guitarrear y ponerse las pilas.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_