Amores de verano
El verano siempre es ocasión pal amor, mi primer novio fue de agosto, bailábamos en el merendero y se arrimaba material, ahora, los jóvenes no necesitan baile pa arrimar, hacen el mono por separao, y claro ni saben bailar ni tienen conversa, pues cómo van a hablar con los decibeles de esas dicotecas que dan la matraca de espaldas al pueblo.
También de un verano es el indilio de Tatiana con Jeremy, que es un juligan de la parte de Liverpool que nos gusta correlativamente, pues habla inglés, y el inglés está inventao de espaldas al pueblo, y además no nos gusta que vanga a España con el objeto de litronearse, y que, en Inglaterra si no gana su equipo queme trenes. Jeremy ahora llea el kiki teñío de turquesa, como los pollos que venden en el Rastro, y vaqueros muy prietos, botas de tacón cubano, y muchos tatuajes, verbigracia un pirata, una chica en bikini y el escudo de Liverpool, además de la hoz y el martillo, que pa Manolo eso es un detalle.
Tatiana y Jeremy se cono cieron en Benidorm, y me dice la nena que desde entonces no. rompe ninguna litrona, ni orina en la calle, y hasta se ha matriculado en corte y confección, esto a mi Manolo le ha helao la sangre. "María, a ver si, ahora resulta que el chorvo pierte aceite", me dice, pero yo le digo que parece mentira que sea pogresista y piense así, ahora hasta en España hay costureros mu vironiles, y como antes que tenían que migrar a Francia porque los artistas que cojeaban se criaban mejor en la parte de Francia, verbigracia Luis Mariano.
El mismo verano llegó aquí un circo hungariano y mi Óscar Luis también se prendó de Noelía, que era la artistas que giraba en una rueda pa que, su padre le tirase puñales. Mala suerte, pudiendo ennoviarse con una empleada de Telefónica y ahorrarse esos sobresaltos.
Veo en las revistas del corazón que Carmen Ordóñez, y el Contreras se separan, y Cindy Crawford y Richard Gere lo mismo. A mí el primero vaya, pero el Richard tendría que tener mucha halitosis pa que lo dejase yo, y sin embargo, ya ven. Lo que quiere decir que también en el amor las apariencias engañan. ¿Mira que si el juligan y la artista de circo resultan?
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.