Balón de oxígeno
LA MEJORA en el empleo conocida ayer confirma la recuperación iniciada la pasada primavera y otorga verosimilitud a la corrección al alza de la previsión de crecimiento del PIB efectuada por el Gobierno estos días. Pero que con un crecimiento del 1,7% se estén creando tantos empleos diarios como los que hace seis o siete años se creaban con crecimientos en torno al 5% es el dato más significativo del momento. El objetivo de la reforma laboral era crear las condiciones para que no fuera preciso crecer por encima del 3% para reducir el paro. La caída de 85.000 personas en el paro registrado en julio es la mayor contabilizada nunca por el Inem. Tras cinco meses consecutivos de retroceso, el paro ha disminuido en lo que va de año en 210.000 personas.Si, con todo, la cautela sigue siendo obligada es porque está por ver la influencia del factor estacional en esa cifra, habida cuenta que nos encontramos ante un año turístico excelente. Casi la mitad (41.049) de la reducción del paro corresponde a ese sector. Pero es verdad que otros excelentes años turísticos no produjeron un efecto comparable.
Es evidente, por otra parte, que el crecimiento del empleo está relacionado con la existencia de nuevas modalidades de contratos (aprendizaje, parciales y en prácticas): empleos más precarios y peor pagados, como señalaron ayer los sindicatos. Sin embargo, es incoherente proclamar que la prioridad absoluta es el empleo, sin admitir que ello supone crear condiciones
que favorezcan la contratación por parte de los empresarios en cuanto las expectativas sean mínimamente favorables: es lo que se proponía la flexibilización introducida con la reforma laboral y lo que parece estar funcionando.
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