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Tribuna:OPERACIÓN 'FONDOS RESERVADOS' ROLDÁN, NI VIVO NI MUERTO / 10
Tribuna
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Camino de Damasco

La airada anciana expulsó a bastonazos a las muchachas que cuidaban las plantaciones de un invernadero y cerró la puerta cuando Carvalho penetró en el santuario floral. Se sentó la mujer en un sillón Emmanuelle y ofreció a Carvalho un puff de mimbre, que le dejaba casi a ras de suelo frente a la entronización de diosa de la arpía Flecha Negra.-Tal vez nos seas útil. Todo estaba bajo control hasta que esos maños te encargaron encontrar a Luis. ¿Seguro que eran maños?

-No tenían acento retorrumano precisamente.

-¿Qué sabes tú de acentos y fingimientos? Por los datos que has pasado, uno de ellos, el canijo L. F. G., podría ser uno de los inspiradores intelectuales de Los cerdos ibéricos.

-En España nos pierde la chacinería.

-Se trata de un núcleo ultra nostálgico empeñado en cargarse a Luisico para dar ejemplo e iniciar así un año de cuchillos largos. Son nazis a la vieja usanza. El nacionalismo se impondrá como resultado de la razón y forzando levemente la lógica democrática.

-He de cumplir el encargo de mi cliente.

-Lo comprendo, pero a nosotros nos interesa que llegues a Roldán, porque últimamente ha enloquecido y ni yo misma sabría a ciencia cierta dónde está. Pero por deducción ¿dónde te parece que pueda' estar?

-¿Cómo es Roldán?

-Físicamente ha mejorado mucho.

-Moral, psicológicamente.

La Flecha Negra se encogió de hombros.

-Vulgar, como todos los hombres de esta larga posguerra.

Cronometrador de los tiempos de producción de sus compañeros de trabajo, hasta el punto de que le apodaban El Relojero. Los ingenieros de izquierda se habían dividido en los años cincuenta sobre la honestidad o deshonestidad de prestarse a la lógica taylorista de la producción, y mientras los maximalistas como Comín decían que no, los posibilistas ya entraban en la lógica de que la productividad mejora las condiciones de vida de la sociedad en su conjunto. Pero Roldán además era un falso ingeniero, un falso economista, y aprovechó su paso por la UGT y el PSOE, ya muerto Franco, para subir y subir, siempre tratando de crearse guardias pretorianas adictas, el clan de los roldanes, en el seno del socialismo aragonés, los patas negras cuando alcanza la dirección de la Guardia Civil. El alcalde Sainz de Varanda lo recomienda para delegado del Gobierno en Navarra porque... "carece de ideología y de escrúpulos", cualidad indispensable por lo visto para cualquier delegado del Gobierno, y un compañero de militancia socialista en Zaragoza lo describiría como un intrigante silencioso en los actos políticos: "Nunca subió a una tribuna -para ser exactos le vi una vez en una asamblea-, nunca escribió un papel, nunca explicó qué pensaba de la vida, cuál era su forma de ver los problemas del mundo". La carencia de raíces ideológicas y teóricas le había permitido crecer dentro de aquel partido a la vez viejo y joven que se preparaba para ser alternativa de poder y necesitaba cientos de roldanes con el cronómetro en la mano, cientos de relojeros convencidos de que la modernidad comenzaba por poner bajo sospecha la finalidad, cuando no la existencia misma de la clase obrera. Cientos de managers de una política estuchada de izquierdistas, pero que sólo se entendía como promoción personal. Sin ideas, sin escrúpulos, pronto les molestaría cualquier rastro de su pasada inocencia afectiva y simbólica y cambiarían de coche, de sastre, de peluquero, de esposa. "¡Que te calles, Angelines!", le habían oído gritarle a su mujer cuando a su juicio hablaba demasiado en las sobremesas...

La punta del bastón pasé ante los ojos de Carvalho.

-¿Sigue aquí o está en Babia?

-Decía usted que Roldán...

-Sólo puede estar en dos sitios: o en Zaragoza, en alguna madriguera curándose sus heridas, o en Damasco, gozando a cien de la hospitalidad de tanto jeque al que ayudó en el tráfico de armas con la complacencia del Gobierno español, del Cesid... de todos los que consideraban que traficar con armas socialistas es más ético que traficar con armas fabricadas por un Gobierno de derechas. Lo de Zaragoza es una corazonada, lo de Damasco... ¿Por dónde se anima a empezar?

-Por Zaragoza, claro, pero antes he de pasar por Orriols.

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