Castro abre la puerta de salida de Cuba a los descontentos
Fidel Castro ha abierto la puerta de salida de Cuba. Los descontentos tienen vía libre para abandonar la isla. "Quien se quiera ir que se vaya", dijo ayer un policía en el puerto de La Habana. Ese policía contempló sin mover un dedo cómo un bote de pesca se acercaba a la costa, recogía a 10 personas y partía rumbo a EE UU. Un teniente coronel del mismo cuerpo aseguró que "no hay instrucciones99 para ímpedir estas huidas, siempre que no se secuestren embarcaciones.
Castro ha comenzado a cumplir su amenaza de cruzarse de brazos y permitir el éxodo, y ha dejado la pelota en el alero de la Administración de Estados Unidos, a la que acusa de fomentar la piratería. Ayer mismo, fuentes cubanas comunicaron a EE UU el "secuestro" de una embarcación de la Marina castrista (una lancha lanzatorpedos, según una de las versiones), operación en la que, supuestamente, murió un teniente de esa arma. Fuentes del Servicio de Guardacostas de EE UU informaron ayer de que un buque con 20 personas a bordo fue avistado a 110 kilómetros de la costa de Florida, aunque no pudieron confirmar que se tratara del buque secuestrado. El lunes por la noche, en Bogotá, Castro dejó claro que piensa seguir al timón. "Sería una traición", afirmó, "abandonar el campo de batalla. Los revolucionarios no se jubilan".
Páginas 2 y 3
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