Cinco municipios y dos distritos quedan bajo los nuevos pasillos aéreos de Barajas
LUCÍA ENGUITA La nueva pista de vuelo del aeropuerto de Madrid Barajas empezará a construirse el próximo año. El proceso de expropiación de tierras (con un coste calculado en 16.000 millones de pesetas) se encuentra muy avanzado. Esta plataforma de despegue y aterrizaje, de 4,4 kilómetros de longitud y 60 de ancho, en el supuesto de que preste servicio en 1997, extenderá la mancha actual de ruidos molestos que trazan los aviones a algunas zonas de los municipios de San Sebastián de los Reyes, Algete, Paracuellos, San Fernando de Henares y Coslada. También afectará a los distritos de Barajas y San Blas. Un total de medio millón de madrileños vivirán bajo el fragor de los aviones.
Otras localidades, como Tres Cantos, quedan fuera del dibujo. Sin embargo, la Comisión Contra el Ruido de los Aviones de este municipio ha presentado sus críticas al proyecto porque considera que sobre sus casas vuelan las líneas transatlánticas.
El periodo de alegaciones y de exposición pública del plan de ampliación de Barajas -con un presupuesto de 222.000 millones de pesetas que se invertirán hasta el año 2010- termina el 22 de septiembre. Aún son pocas las alegaciones presentadas en el palacete de Zurbano, 7, donde se expone, debido a que las entidades y asociaciones lo estudian aún.
La avalancha será en septiembre, espera un portavoz de Aeropuertos Nacionales y Navegación Aérea (AENA), organismo autónomo del Ministerio de Transportes.
PASA A LA PÁGINA 3
Aeropuertos Nacionales confía en que mejoren los aviones para reducir el impacto sonoro
VIENE DE LA PÁGINA 1 El estudio de impacto medioambiental de la ampliación de Barajas deja, para el César (las compañías de aviación), lo que compete a Dios (el Ministerio de Transportes): "Cabría pensar", dice la memoria resumen, "que si se duplican de aquí al año 2010 el número viajeros [41 millones en el 20101 y vuelos, pueda duplicarse igualmente el impacto de ruidos (...). Y sin embargo, la renovación gradual de las flotas, junto con una serie de medidas reguladoras de aterrizajes y despegues, garantizan que el impacto de ruido no sólo no aumentará, sino que podrá tender incluso a mitigar, progresivamente, el impacto de las operaciones.
La modernización de los aviones es, pues, la gran esperanza para los vecinos ensordecidos por el ruido, según Aena. Este organismo hace la siguiente previsión: si en 1992 operaban en Barajas 330 aeronaves del capítulo II (más antiguas y con altos niveles de ruidos), en 1997 se reducirán a 134. En cuanto a las naves menos ruidosas (y de mayor capacidad), las del Capítulo III, en 1992 llegaban a Barajas 221, mientras que en 1997 lo harán 537.
En 1993 se registró en Barajas el paso de 17,5 millones de pasajeros. Las previsiones para 1997 se acercan a los 23 millones (se calcula un promedio de crecimiento del 5% anual), por lo que el aeropuerto está ampliando el número de mostradores y embarques. En la terminal internacional funcionan 17 nuevos mostradores de facturación. Mientras, el desplazamiento hacia el norte de un kilómetro de la cabecera de la pista 15-33, así como el nuevo acceso a ella, ha ampliado su capacidad de 35 despegues y aterrizajes cada hora a 50.
Las víctimas de los decibelios leen con auténtico terror estas cifras de actividad en aumento. Un portavoz de la Asociación Familiar Alameda de Osuna, que forma parte de la Coordinadora contra el Aeropuerto, indica que su asociación presentará alegaciones, entre otras cosas, por "lo pedestre del informe de impacto ambiental elaborado", ya que, a su juicio, las medidas sancionadoras para las compañías que excedan ciertos umbrales. están poco definidas.
El sindicato de pilotos SEPLA también critica la ampliación del aeropuerto, aunque no por el ruido atronador de las naves que pilotan. El sindicato opina que es inviable una pista paralela al norte de las actuales, por impedimentos insalvables: la sierra de Guadarrama exigiría maniobrar en el límite de las montañas en caso del fallo de un motor en el despegue. Los pilotos proponen otra opinión, la utilización de las instalaciones y pistas de Torrejón de Ardoz, una alternativa desechada por Aena.
La información pública es el último trámite del proceso administrativo. Una vez analizadas las alegaciones, se contratarán las obras: menos de un año en el caso de la nueva pista.
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