Gasolina para el incendio balcánico

Los saudíes arman a los musulmanes de Bosnia; los rusos, a los serbios; los alemanes, a los croatas y los chinos a todos un poco. Es el circo letal del tráfico de armas hacia la antigua Yugoslavia que dos años largos y tres planes de paz después del inicio de las hostilidades permite a los bandos contendientes proseguir la guerra. Desde abril de 1992 hasta hoy, armas por valor de 1.300 millones de dólares (170.000 millones de pesetas) han llovido sobre la zona.La antigua correlación entre alineamiento geoestratégico de los beligerantes y procedencia de las armas que utilizan, típica de la guerra fría, se ha roto por completo en la guerra de los Balcanes. Aviones de fabricación rusa, misiles antiaéreos norteamericanos, ametralladoras pesadas suizas, explosivos y fusiles eslovacos, cañones y tanques alemanes y morteros chinos forman parte del equipo de todos los bandos.

Así, Rusia y los demás estados de la CEI (Comunidad de Estados Independientes) han vertido sobre los serbios 58.000 millones de pesetas en armamento, pero también han entregado a los croatas suministros militares por valor de 960 millones de pesetas, así como otros 3.200 millones a los musulmanes bosnios, los enemigos de sus clientes principales, según publica esta semana, la revista alemana Der Spiegel.

Pero a los serbios no les faltan amigos. Desde hace tiempo, existen en Moscú, Sofía (Bulgaria) y Bratislava (Eslovaquia) comités de Eslavos Aliados de Serbia que se encargan de organizar los envíos y canalizarlos hacia Belgrado o Pale, burlando todo tipo de bloqueos y embargos internacionales.

Los croatas han sido hasta ahora los principales beneficiarios del flujo de armamento. La labor de los croatas en países como Alemania, Austria y Suiza produjo contactos cruciales a la hora de conseguir armas. En la disputa por los despojos del antiguo ejército yugoslavo, los croatas quedaron en desventaja respecto de los serbios. En dos años, Croacia ha recibido de esos tres países armamento por 75.000 millones de pesetas.

Un ejemplo mencionado por la publicación de defensa londinense Jane's Sentinel: al principio de las hostilidades, la fuerza aérea croata sólo contaba con tres viejos aparatos en condiciones de volar. Ahora tiene 20 aviones y helicópteros, la mayor parte de ellos montados a partir de arsenales yugoslavos y piezas llegadas de Rusia.

Los musulmanes de Bosnia, el contendiente más débil, tampoco están faltos de amigos, entre ellos Arabia Saudí, que les ha enviado 560 millones de pesetas en armamento.

Las armas bosnias de procedencia saudí incluyen misiles antiaéreos Stinger, lanzagranadas, equipos de radio y visores nocturnos de fabricación norteamericana, procedentes del casi inagotable arsenal que el Gobierno de Riad compró en Estados Unidos.