Turismo 'enmascarado'
El alzamiento zapatista del primer día de 1994 hundió el turismo en San Cristóbal de las Casas, una de las principales fuentes de ingresos de esta bella ciudad colonial de 80.000 habitantes. Ocho meses después no hay plazas hoteleras para los visitantes. La culpa, ahora también, es del subcomandante Marcos. La convocatoria de la Convención Nacional ha atraído a esta ciudad a unos 5.000 delegados y a más 600 periodistas de todo el mundo.Montarse en un taxi o comprar un impermeable, tan necesario en épocas de lluvias torrenciales, también se ha vuelto misión complicada. Los restaurantes y bares están hasta la bandera. Pero todo parece momentáneo. Un gerente de uno, de los numerosos hoteles de la antigua capital del Estado de Chiapas dice que el boom es cuestión de días. "La afluencia de visitantes ha descendido más del 60% desde enero y no parece que esto tenga arreglo en un breve plazo", señala.
Pero al menos durante unas jornadas los comercios aprovecharán la fugaz aparición del turismo enmascarado. Las camisetas, gorras y todo tipo de artículos con la efigie del Sub, como llaman al líder de la guerrilla zapatista, se venden a precios no demasiado asequibles. Pero vendedores, hosteleros y taxistas coinciden al margen de consideraciones políticas: "La guerrilla se ha cargado el turismo. Lo de estos días es una máscara".
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