Cuatro heridos en un espectacular tiroteo en el centro de Valladolid

Dos atracadores, los hermanos Félix y Miguel M. M., de 40 y 37 años, respectivamente, pro tagonizaron un espectacular ti roteo por el centro de Vallado lid tras robar más de 900.000 pesetas en un banco y huir, primero a pie y luego en un vehículo sustraído a punta de pistola, hasta que la Policía Municipal logré detenerlos. El suceso concluyó con cuatro heridos de bala, dos de ellos muy graves, y tres contusionados leves. Todo comenzó a las 10.45 de ayer en una sucursal del Banco Bilbao Vizcaya, en la calle de las Angustias, en pleno centro de Valladolid. Los individuos robaron 920.000 pesetas y dispararon contra el cajero de la entidad, Lucinio Hernández, de 56 años, que pudo avisar a la policía. Los médicos del Hospital Clínico Universitario señalaban que "su estado es muy grave como consecuencia de los tres impactos de bala que recibió en el tórax".

Los atracadores huyeron a pie perseguidos por una dotación policial y penetraron en la tienda Almacenes Regalado. Al causaron su segunda víctima. "Al parecer querían coger a varios rehenes y Rubén García, uno de los dependientes de la tienda, intentó lanzarse sobre ellos y evitar el secuestro", relata una compañera de este hombre, de 35 años, que recibió un tiro en el vientre. Rubén presentaba "una herida de bala en el hemitórax derecho con orificio de entrada y salida". Su estado era muy grave.

Tras el tiroteo en la tienda, los dos ladrones siguieron su fuga a pie hasta la calle del Duque de la Victoria, donde fueron interceptados por un policía municipal al que "encañonaron, arrojaron al suelo y patearon, quitándole su arma", según la Policía Municipal. Cuando Félix M. M. y su hermano iban a disparar al policía, indefenso en el suelo, otro agente municipal abrió fuego. Este segundo agente, Carlos D. H., de 43 años, fue alcanzado en la refriega, al igual que una mujer, que resultó herida leve en un tobillo. El agente sufre "herida en hemitórax izquierdo con orificio de entrada y salida. Su estado es grave".

Los ladrones desembocaron en la plaza de España y, a punta de pistola, obligaron a un conductor a llevarlos hasta el paseo de Zorrilla, donde fueron interceptados por un vehículo policial. Los atacantes volvieron a echar mano de la pistola. Otro coche de la policía embistió al vehículo de los atracadores, que pudieron ser detenidos tras una dura pelea.