Bono vuelve a enfrentarse al Gobierno, por el trazado de la autovía de Valencia

Primero fue el agua; ahora, la autovía de Valencia. El Ejecutivo de Castilla-La Mancha, que preside el socialista José Bono, vuelve a arremeter contra una decisión del Gobierno. "Total disconformidad", fueron las palabras del Gabinete regional sobre la decisión del Ministerio de Obras Públicas de elegir la opción para la autovía Madrid-Valencia en su cruce con el río Cabriel, que, en su opinión, es la de mayor coste ecológico.

Las críticas del Gobierno de, Bono coinciden con las opiniones de varios grupos ecologistas, que consideran que la decisión afecta a una zona de alto valor ecológico. Un comunicado hecho público ayer por la Oficina de Portavoz de Gobierno regional asegura que la opción C "supone un grave impacto sobre el valioso ecosistema de la Hoz del Cabriel, según reconoce la propia declaración de impacto ambiental formulada en su día por el ministerio"."Carece de validez la modificación del trazado elegido, que ha sido desplazado 300 metros aguas arriba del Cabriel, ya que no fue contemplada en el estudio a información pública y se desconoce, por tanto, su verdadero impacto ambiental". De esta forma, continúa el escrito que desacredita la versión blanda del ministerio, ya que no ha sido acompañada de análisis alguno. El Ejecutivo de Bono critica "Ia falta de seriedad y rigor de la evaluación de impacto ambiental efectuada, donde se ha rechazado la opción denominada A, la más favorable ambientalmente, por una supuesta imposibílidad técnica en su ejecución".

El Gobierno regional ha expresado, además, "la más enérgica protesta por la actuación del ministerio, al, vulnerar las normas de procedimiento administrativo, que supone una total desconsideración hacia las instituciones, asociaciones y ciudadanos que han participado activamente en el procedimiento de evaluación ambiental y se han visto borrados con la adopción de una alternativa distinta de las tres que se propusieron a consideración pública".

El paso del Cabriel

El tramo recientemente aprobado corresponde a los 113 kilómetros que separan la localidad conquense de Minglanilla y Caudete de las Fuentes (Valencia), la única parte de la N-III que no es autovía. La orden ministerial que establece el trazado señala que la trayectoria de la autovía se desvía 300 metros aguas arriba de su intersección con el río Cabriel y con un viaducto cuya longitud y altura sean suficientes para garantizar que su impacto medioambiental sea nulo.Las críticas contrastan con las apreciaciones del Obras Públicas, según el cual la variante elegida exigirá un desembolso adicional de 3.000 millones precisamente para respetar el ecosistema de las Hoces del Cabriel.

Varias asociaciones ecologistas ya han dejado clara su postua frente a la decisión de hacer discurrir la autovía más esperada el Estado por la opción C con una pequeña variación. Acció Ecologista-Agró ha anunciado que tendrá listo al abogado para recurrir ante la UE lo decidido por Obras Públicas. Esta agrupación insistió en el recorrido "más querido por todos", excepto pror los técnicos que lo han considerado inviable: el que va por el Norte, junto a la presa de Contreras y que en un principio es el que menos impacto ambiental produce.

La Agrupación Ecologista de las Hoces del Júcar atacó la mínima variación de la original propuesta C. La versión blanda supone un cambio mínimo y continúa afectando a una importante zona ecológica, según este colectivo.