400 alborotadores italianos toman una calle de Formentera y queman un coche de policía
Un atasco de tráfico en una populosa vía turística de la isla balear de Formentera llena de bares y restaurantes terminó en la madrugada de ayer en un tumulto organizado por unos 400 turistas italianos que se hicieron los dueños de la calle. Tres agentes de la Policía Local a los que luego auxiliaron cuatro guardias civiles se vieron impotentes para frenar la algarada y detener al presunto promotor de los incidentes, un milanés de 47 años, al que protegieron sus compatriotas. Un coche de los agentes locales resultó dañado por un incendio causado por los turistas, que también lanzaron un cóctel mólotov casero contra la fachada del Ayuntamiento, causando leves desperfectos.
La versión de uno de los guardias civiles que se vio envuelto en el tumulto y de otros testigos presenciales coincide en que los incidentes comenzaron cuando el jefe de la. Policía Local, Andrés Ibáñez, intentó dispersar con el gas lacrimógeno de un aerosol de defensa personal a varios turistas que golpeaban su automóvil y le impedían el paso.Roca Plana, una calle de la zona de Es Pujols, se hallaba poco antes de las dos de la madrugada de ayer bloqueada por la congestión circulatoria y la multitud de turistas que cenaban y se divertían. Había un gran bullicio y la grúa municipal actuaba a fondo contra los coches y motos aparcados irregularmente. Dos municipales multaban a los infractores.
El jefe de los agentes locales, tras el primer conato de enfrentamiento con los turistas que no le dejaban circular, continuó. recorriendo la calle en su coche. El vehículo fue entonces interceptado de nuevo por un veraneante a quien los agentes señalan como el cabecilla de los incidentes, que ha sido identificado como Romeo M. A., nacido en Milán en 1947. Al parecer, esta persona participó el verano anterior en hechos similares. Romeo M. A. se plantó ante el coche policial, recriminó a gritos la actuación del jefe de la policía y le retó. Luego lanzó un puñetazo al parabrisas y pateó el lateral del automóvil.
El policía usó de nuevo su gas lacrimógeno y, entonces, numerosos veraneantes italianos se lanzaron contra él. Andrés Ibáñez abandonó su vehículo y, corriendo, se refugió en el cuartel de la Guardia Civil para solicitar ayuda. Mientras, la pareja de municipales era rodeada por centenares de turistas italianos. El líder de éstos insultó e intentó atacar a los agentes, según el relato de los hechos.
Tensión en aumento
La tensión fue en aumento y los propietarios de los bares cerraron sus establecimientos en un intento de calmar el alboroto. Perdieron buena parte de sus recaudaciones por consumiciones sin cobrar. En aquel momento, los municipales y los guardias civiles buscaban al cabecilla del tumulto para detenerle. Fue entonces cuando los turistas prendieron fuego al vehículo policial. Los agentes localizaron al promotor de la algarada, pero no pudieron arrestarle ante la cerrada protección de sus compatriotas.
Un portavoz de la Guardia Civil reconoció ayer que se desistió de su detención y de reclamar más agentes que cargaran contra los alborotadores para no hacer más grave el suceso. El supuesto cabecilla fue conminado a presentarse ayer en el cuartel del instituto armado, lo que a última hora de la tarde no había sucedido. Las fuerzas de seguridad controlaban las salidas por mar de la isla para evitar su huida. Más de 20.000 veraneantes ocupan Formentera. Cuenta con una población estable de 5.000 personas.
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