El PP suspendió en abril el contacto con Interior antes de lanzar su ofensiva contra la reinserción
El Partido Popular (PP) suspendió su última cita con el director general de Instituciones Penitenciarias, David Beltrán, hace pocas se manas, poco antes de que arreciaran las declaraciones de sus dirigentes contra la política de reinserción de presos de ETA, según han informado fuentes oficiales. Según el presidente del PP vasco, Jaime Mayor Oreja, interlocutor habitual del Gobierno en los contactos, la suspensión se produjo hace más de tres meses porque la víspera fueron excarcelados tres presos con delitos de sangre y los populares no querían que se interpretara como un aval a esta medida.
La polémica sobre la reinserción se avivó ayer, en víspera de la comparecencia en el Congreso del ministro Juan Alberto Belloch. Fuentes oficiales señalaron que fue el PP el que rompió la comunicación habitual sobre. la reinserción, al suspender Mayor Oreja la reunión con Beltrán. El objetivo era profundizar la información sobre la evolución de los reclusos de ETA.La actitud del presidente del PP vasco es entendida desde la Administración como el triunfo de las presiones de la dirección nacional para efectuar una nueva lectura restrictiva del pacto de Ajuria Enea.
Pese a las declaraciones en sentido contrario de algunos portavoces del PP (recientemente Federico Trillo afirmó que su partido nunca había sido consultado por el Gobierno sobre las medidas de reinserción), dirigentes de esta organización conocieron desde el principio la política iniciada por los ministerios de Justicia y de Interior cuando estaban dirigidos por Enrique Múgica y José Luis Corcuera, respectivamente. '
El propio Múgica dirigió la primera reunión, en la que participaron por los populares Rodolfo Martín Villa y Francisco Álvarez Cascos. Ambos estarían más tarde, junto al propio Mayor Oreja, en otras reuniones con el entonces responsable penitenciario, Antoni Asunción.
Mayor oreja dio ayer su versión y negó tajantamente que la suspensión respondiera a presión alguna. Según el presidente del PP vasco, en marzo mantuvo un largo almuerzo con el entonces ministro de Justicia. "Belloch pareció asentir a todos los criterios que le expuse sobre la reinserción: individualización, límites claros y exclusión de los delitos de sangre", afirma. El representante del PP pidió una información más completa sobre la situación de ETA en las cárceles y Belloch le propuso una entrevista con el director general de Instituciones Penitenciarias.
Mayor Oreja y Beltrán concertaron la cita para abril, en casa del primero en Vitoria. "La suspendí, efectivamente", explicó ayer Mayor Oreja, "porque el día anterior salieron cuatro presos de ETA, tres con delitos de sangre. No podía admitir que la cita pareciera un aval a una política que no compartimos".
Esos tres reclusos etarras a los, que alude el dirigente popular vasco son Ramón Zapirain, condenado a 186 años por participar en tres asesinatos; Javier Gallego Burguete, condenado a 130 años como miembro del comando Udelaitz, y Jokin Zubillaga, con 34 años de pena por un asesinato. La juez de Vigilancia Penitenciaria Ruth Alonso les concedió el tercer grado el pasado 13 de abril.
Mayor Oreja asegura que su partido no se opone a la reinserción, sino a "un mercadeo político, pactado con el PNV, para sacar a Amedo y Domínguez y resolver un problema que tenía el Gobierno, a cambio de realizar la política ambiciosa de excarcelaciones que quieren los peneuvistas".
Mayor Oreja, que comparó la situación actual "con la cesión al chantaje de ETA y HB en el triste asunto de la autovía de Leizarán", indicó que puede comprender que para el Gobierno sea vital excarcelar a Amedo y Domínguez y luego a presos de ETA para conseguir el silencio del PNV, "pero que nos lo digan, que no nos traten como si fuéramos tontos, y si criticamos lo que están haciendo, que no nos acusen de romper ningún pacto, porque no es cierto".
Para el presidente del PP vasco, la prueba del acuerdo entre el Gobierno y el PIW es la anunciada ausencia de éste hoy en la comparecencia de Belloch en el Congreso. "como es una operación concertada no pueden decir nada, no pueden criticar y eluden dar la cara".
Mientras, el vicepresidente Narcís Serra arremetió en Sevilla contra el presidente del PP, José María Aznar, por criticar la reinserción tras el atentado del viernes. Serra aseguró en Sevilla que no habrá cambio en la política antiterrorista. "Queda sentido común entre los demócratas para reforzar los pactos y que no se rompan", agregó.
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