Bossi dice que "no se sostiene" el plan de Berlusconi para separarse de Fininvest

Umberto Bossi, el líder de la federalista Liga Norte y socio gubernamental de Silvio Berlusconi, considera insuficientes los planes del Primer mínistro para separar su actividad política de la gestión del holding Fininvest. La idea del Primer ministro "no se tiene en pie, sobre todo en el plano de las garantías", manifestó ayer Bossi en televisión, juicio que sólo puede crear tensión en la coalición gubernamental.

Berlusconi anunció el viernes su propuesta para distanciarse de su emporio empresarial tras una semana de agudas críticas por su actuación en el caso de corrupción que ha afectado de llenó a Fininvest y que ha culminado, por el momento, con la detención domiciliaria de su hermano Paolo.Bossi -que controla el mayor número de escaños de la coalición gobernante, en la que además están los neofascistas de un Gianfranco Fini que sólo dice que "el Parlamento tiene la última palabra" en este caso- va a presentar mañana al Parlamento un plan alternativo al patrocinado por Berlusconi. Su idea es crear una fundación gestionada por un patronato independiente de Berlusconi para regir Fininvest.

En una entrevista con el diario Il Giornale, Bossi enfatiza que no pretende torpedear al Gobierno y que sólo quiere mejorar el plan de Berlusconi. "No hacen falta garantes Pos responsables de la gestión del grupo]; lo que se necesita es una auténtica separación entre propiedad y gestión".

El plan avalado por Berlusconi no hace tal separación y ha concitado unánimes críticas de la prensa. Hasta el propio presidente, Oscar Luigi . Scalfaro, ha tomado distancias con respecto a él amparándose en constricciones constitucionales. El fracaso del plan de Berlusconi socavaría aún más su posición política, muy dañada por los acontecimientos de la pasada semana.

El primer ministro intentó ayer, lavarse las manos con respecto a este proyecto y por medio de un portavoz hizo saber que el plan no era suyo, sino de los tres sabios que desde mayo están tratando de encontrar el medio de separar sus intereses públicos de los privados.

En cambio, Berlusconi tomó de nuevo la palabra para arremeter contra los jueces, a los que acusa de poner en peligro la recuperación de la economía italiana y de minar al Gobierno. "Algunas actividades de los magistrados, como esta investigación [sobre Fininvest], crean inseguridad y pánico entre quienes asumen riesgos y son empresarios", declara en La Stampa. "Objetivamente es un factor de inseguridad y un incons ciente sabotaje de la acción gubernamental".