La última víctima de ETA sabía que era seguido desde hace meses

José Manuel Olarte Urreizti, la última víctima de ETA, sabía que le querían matar. Sin embargo, cuando a primera hora de ayer recibió un tiro en la nuca mientras jugaba a las cartas en una sociedad gastronómica de San Sebastián iba desarmado, pese a tener licencia de armas. La policía le había informado hace tres meses de que era un objetivo de la banda terrorista. Olarte, de 42 años, conocido, en determinados ambientes como Plomos y Pistolas, fue asesinado en las proximidades del domicilio de su madre, en el que pernoctaba últimamente. Todos los datos apuntan a que sus asesinos llegaron hasta él gracias a la información recogida por un comando de ETA que fue desarticulado por la policía en Pamplona.Desde que su nombre apareció en un informe de la fiscalía de San Sebastián sobre contrabando y narcotráfico había dejado de frecuentar sus ambientes habituales.

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