Un atentado antijudío en Buenos Aires arrasa un edificio y causa 17 muertos y 127 heridos

El horror, otra vez el horror". Estas palabras del ministro de Exteriores argentino, Guido di Tella, reflejan el estado de choque que quedó sumida Buenos Aires tras laexplosión, ayer por la mañana, de una bomba que destruyó el edificio de siete plantas que albergaba la Asociación Mutual Israelí Argentina. Al caer la noche, se habían rescatado 17 cadáveres y más de 127 heridos. El presidente Carlos Menem. cerró las fronteras para intentar capturar a "esas bestias que no merecen vivir".

La calle del barrio judío en la que se produjo la explosión se convirtió en un infierno. Los bomberos apenas podían abrirse paso entre los escombros y el gentío que gritaba su indignación y buscaba a sus familiares y amigos. Pero el silencio era una necesidad para localizar a los supervivientes atrapados entre el amasijo de hormigón, hierros retorcidos y cristales rotos.Era la segunda vez en poco más de dos años en que el terrorismo antijudío se hacía trágicamente presente en la capital de argentina, un país en el que la comunidad hebrea es muy numerosa. En el atentado de marzo de 1992 contra la Embajada de Isarel se contabilizaron oficialmente 28 muertos y 252 heridos.

"La bomba, el coche bomba o o que sea explotó en la calle y afectó sobre todo a la parte delantera del edificio. Eso permitió que se salvara mucha gente que trabajaba en la parte de atrás", aseguraban algunos supervivientes. Dos policías fueron calcinados por el fuego que siguió a la explosión. Se hallaron restos humanos a 100 metros de distancia. Menem reclamó la pena de muerte para los terroristas. Un autodenominado y desconocido Comando Islámico se atribuyó el atentado.

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