Roldán cobró comisiones, de empresas relacionadas con la autovía de Leizarán

La contabilidad secreta de Luis Róldán intervenida en la caja de seguridad 109 de la Unión de la Banca Privada de Ginebra (Suiza) arroja poderosos indicios de que el ex director general de la Guardia Civil, presumiblemente en compañía de otros, pactó comisiones millonarias con empresasrelacionadas con las obras de la autovía de Leizarán en el tramo navarro. En concreto, se especificaba que tanto Roldán como G. U. y A. A., iniciales coincidentes con las de los dirigentes socialistas navarros Gabriel Urralburu y Antonio Aragón -que niegan tal participación-, tenían "pendiente de ingresar" al menos 108 millones de pesetas.

Esa cantidad la habrían recibido de empresas que no se citan, relacionadas con la autovía, a las que se les adjudicaron contratos por un total de 21.000 millones.Roldán tejió una inextricable, maraña de comisiones. Su contabilidad secreta, intervenida semanas atrás en Suiza, no deja lugar a dudas. Bajo un epígrafe presidido por las iniciales A. A, G. U. y L. R. se citan, en primer lugar, determinados inmuebles de los socios. Así, se relacionan seis chalés en Rota por un valor de 33 millones de pesetas y seis viviendas en Sevilla. Casualmente, tanto, Aragón como Urralburu y el propio Roldán poseen sendos pares de chalés en la urbanización Promociones Roteñas, mientras que en la capital andaluza han aflorado diversas viviendas del testaferro de Roldán, Jorge Esparza.

Igualmente, se menciona una inversión de 6.600.000 pesetas en el capítulo de renta variable de la firma Aure Hispalense, propiedad de Jorge Esparza. Fuentes de esta empresa aseguran que desde que se escrituró por unos 10 millones de pesetas en 1992 hasta su reciente liquidación, el pasado mayo, nunca ejerció ninguna actividad, y se niega que Roldán tuviera relación con ella. J. E., iniciales coincidentes con el nombre de Esparza, aparece en las cuentas de Roldán bajo una rúbrica que suma 168 millones de "pendiente" y "varios" y otros 200 millones previstos para 1990. Casualmente, como previstos para 1990 aparecen 200 millones de pesetas de la firma Aure Hispalense, propiedad de Esparza. Y se citan 20 millones por comisiones en uniformes y otros 80 millones por vehículos.

La contabilidad del clan Roldán, en una de sus hojas, no deja de mencionar que disponía en un momento dado de casi 63 millones en efectivo y de 150 millones en cheques cambiarios del BBV. La precisión del libro de cuentas llega a detallar a los siguientes "deudores": G. U., 15,8 millones; A. A, 6,2 millones; G. N., 7,4 y L. R., 541.000 pesetas. Urralburu, tras reiterar que nunca ha cobrado comisiones, mostró su sorpresa de que la juez aún no le haya llamado a declarar.

Pero el capítulo más jugoso es el de "pendiente de ingresar". Ahí, en tres capítulos se menciona el término de "autovía" y se reflejan las siguientes cantidades junto a unas enigmáticas iniciales: (C), 69 millones; (OB), 14,5 millones y, (L), 24,5 millones, iniciales que podrían coincidir con el nombre de diversas constructoras.

El documento, en todo caso, no aclara si tales comisiones son por razón de la construcción o de la seguridad de la autovía de Leizarán, aunque todo apunta a que se refiere a inversiones en su trazado. Tal relación contable data del 24 de septiembre de 1990, cuando las tres fases de construcción ya habían sido adjudicadas, respectivamente, en julio de 1989, y octubre y diciembre de 1990. Estas obras fueron adjudicadas en tres fases: la primera, por el consejero de obras navarro, Antonio Aragón, a la UTE (Unión Temporal de empresas) Laobea, por un monto de 3.736 millones, y un segundo tramo a Cubiertas y Mzov, por un monto de 5.190. La segunda fase fue íntegramente a parar a Huarte SA por 3.100 millones. La tercera se le otorgó a dos empresas (Cubiertas y Mzov, por un monto de 4.740 millones, y a Laobea, por 4.944 millones.

A las empresas adjudicatarias de la primera y segunda fase se les otorgó, además, una indemnización compensatoria por razón de "las amenazas terroristas", peligro valorado en 1.785 millones de pesetas.

Pero no sólo las constructoras sacaron fruto de la autovía de Leizarán. Las empresas de Seguridad no se quedaron atrás. Segurisa recibió en una, primera fase 2.460 millones y en una segunda, 129 millones. Posteriormente, el Gobierno navarro abonó en una segunda oleada de contrataciones 120 millones a Visena; 280 a Segurisa y 235 a Prosesa. Ex miembros del Gobierno navarro aseguran que no tuvieron opción: los nombres les fueron impuestos desde Interior.

La contabilidad de Roldán refleja igualmente lo que parecen comisiones por la construcción de edificios, previsiblemente en Navarra.

En concreto, se cita un edificio de Sanidad aparentemente levantado por una firma cuya inicial es L, que supuso una comisión de 11,3 millones; más edificio/s de la universidad obra de HU, con una comisión de 57 millones, y A., por un monto idéntico, más una presa construida igualmente por HU, que brindó una mordida de 25, 4 millones.