El viento hace volar las planchas que cubren las chabolas de la Cañada Real

La situación vergonzante en que se encuentran las 54 familias de raza gitana que el Ayuntamiento de Madrid ha realojado ilegalmente en la Cañada Real estuvo a punto de convertirse en tragedia la tarde del viernes, cuando el fuerte viento levantó y tiró las planchas de uralita de los tejados de las chabolas.

En una de estas "viviendas de tipología especial", como las denomina el Ayuntamiento de Madrid, la uralita rompió la vía, de madera que la sujetaba y cayó dentro de la chabola. No hubo víctimas porque sus moradores estaban fuera, ya que en su interior es insoportable el calor. Al empezar a soplar el viento, la mayoría de los realojados corrieron hacia los campos vecinos, pero a un niño se le vino una plancha encima, aunque no sufrió heridas.Lucía García, portavoz de la Plataforma Anti-Incineradora, que se está ocupando de la situación de estas familias que conviven con el vertedero y la incineradora de Valdemingómez, ha denunciado las condiciones en que. viven. Afirma que el Ayuntamiento de Madrid "utiliza métodos nazis, porque les ha puesto ahí para que mueran lentamente".

Los chabolistas, asustados, se aferran a la promesa que ha hecho José Ignacio Echeverría, concejal de Urbanismo de Madrid, de que en agosto serían trasladados a pisos. "Se han ilusionado con esto, y no quieren movilizarse para protestar", asegura García, "a pesar de que ahora nos dicen que el traslado será para diciembre".

Santiago de Munck, presidente del PP en Rivas-Vaciamadrid, núcleo de población más cercano al asentamiento, tilda a éste de "infrahumano" y afirma que las presiones ejercidas sobre su partido no han dado frutos, por lo que está dispuesto "a llevar, a título personal, a estas personas a la calle de Génova [ubicación de la sede nacional del PP] para que les den explicaciones".