Arzalluz afirma que los vascos no dejarán que les nieguen "ni por las armas" su derecho a la autodeterminación
El presidente del Partido Nacionalista Vasco (PNV), Xabier Arzalluz, indicó ayer que los vascos son un pueblo que "quiere mandarse a sí mismo", que defiende "su autodeterminación" y que no va a dejar que se la niegen "ni por las armas ni por ninguna otra cosa". En el acto político de conmemoración de los 100 años de la ikurriña, Arzalluz añadió: "Los grandes granujas de la historia son las potencias y cuanto más grandes más granujas". Y remachó: "No estamos dispuestos a ser bosnios ni hutus, pero tampoco a aguantar a serbios y a tutsis. Sólo somos vascos, un pueblo pequeño con las ventanas abiertas pero mandando en su casa".El dirigente del nacionalismo conservador presentó a su partido como el "eje del desarrollo" del pueblo vasco y arrancó los aplausos del público que rodeaba la sede del PNV al señalar que la ikurriña es "de todos los vascos, también de los que no viven aquí y están en Hiparralde (País Vasco francés) y en Navarra".
Arzalluz precisó: "No vamos a echar a nadie que venga a buscar trabajo, jamás", pero pidió a los de fuera: "No pisen lo nuestro. No pedimos más. Si son así, bienvenidos sean". En referencia a la enseña vasca y para diferenciarla de las otras, el dirigente nacionalista indicó que la ikurriña "jamás a oprimido a alguien y jamás ha conquistado a nadie. No es bandera de conquistas, por eso ha vivido casi siempre prohibida. Es el símbolo de la resistencia de un pueblo que quiere mandarse a sí mismo, del David frente a Goliat".
Todos los partidos nacionalistas vascos han conmemorado esta semana los 100 años de la ikurriña (la bandera vasca) defendiendo un discurso de construcción nacional vasca.
La ikurriña fue una creación del principal inspirador del nacionalismo vasco y fundador del PNV, Sabino Arana, y en principio fue concebida únicamente como enseña de Vizcaya. El 14 de julio de 1894 se izó por primera vez en la sede social del PNV, en la parte vieja de Bilbao.
Fue oficializada por el primer Gobierno vasco, en octubre de 1936, durante la II República, a iniciativa del consejero socialista Santiago Aznar. Tras la dictadura fue reconocida como enseña de todos los vascos en el Estatuto de Gernika.
PNV, EA y HB han realizado estos días homenajes por separado vinculando la bandera tricolor a la construcción nacional y al Estado vasco. En ayuntamientos como los de San Sebastián y Bilbao, los tres partidos han votado a favor de que la enseña vasca fuera homenajeada públicamente. Sin embargo, la izquierda radical abertzale ha acusado al PNV de defender un día la ikurriña y el resto del año la enseña española.
Frente a esta escenificación abertzale, el PSE-EE e Izquierda Unida han defendido la ikurriña como símbolo de cohesión de toda la ciudadanía vasca, mientras que el Partido Popular, por boca de su portavoz en Euskadi, Gregorio Ordóñez, ha manifestado que la enseña vasca debe ondear junto con la española y que ambas
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