Seúl pide calma a la población y pone al Ejército en estado de alerta

El presidente de Corea del Sur, Kim Young Sam, pidió ayer a la población que mantenga la calma, evite el pánico y confíe en el Gobierno, al tiempo que ordenaba a sus Fuerzas Armadas que se mantuvieran en estado de alerta especial ante el desarrollo de los acontecimientos en el vecino del Norte. En cambio, el presidente norteamericano, Bill Clinton, aseguró por su parte anoche en Nápoles que no tenía la intención de poner en estado de alerta a sus tropas estacionadas en territorio surcoreano, ya que no había ningún "cambio alarmante" que justificara tal medida.El presidente Kim Young Sam expresó ayer su sentimiento por la muerte del presidente de Corea del Norte, Kim II Sung, y aseguró por televisión: "Los dos íbamos a sentarnos a la mesa de negociaciones para discutir muchas cosas referentes a la paz en la península y al futuro de las dos Coreas". Los dos presidentes tenían previsto reunirse en la capital norcoreana, Pyongyang, entre el 25 y el 27 de este mes.

Corea del Sur quiere la reunificación de la dividida península, pero de forma gradual, sin amenazas nucleares del Norte y sin que se produzca un colapso total del régimen norcoreano, que tendría graves consecuencias para el Sur por el éxodo masivo que se produciría. Corea del Sur ha atribuido muchas de las decisiones radicales del Gobierno norcoreano al hijo del dictador fallecido, Kim Jong II, ahora su sucesor, a quien una terrorista norcoreana capturada señaló como inspirador directo de la colocación de una bomba en un avión surcoreano en 1987, que causó 115 muertos.

El principal temor en Corea del Sur es que la desaparición del Gran Líder, como era conocido el dictador norcoreano, produzca una lucha por el poder que degenere en un caos civil que desbarate los planes sucesorios del régimen.