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EE UU intenta resolver el 'atasco' electoral en a República Dominicana

El deterioro de la situación política en la República Dominicana se acelera por momentos. A punto de cumplirse dos meses desde la celebración de unas elecciones generales salpicadas por el fraude, la Junta Central Electoral sigue sin proclamar un ganador oficial, mientras las denuncias de irregularidades se amontonan en su mesa. La resolución puede hacer reventar al país. Una misión de EE UU ha llegado a Santo Domingo para mediar en el conflicto. La explosión de la situación dominicana es lo último que desean los norteamericanos, concentrados como están en la crisis de, Haití, el vecino occidental de la isla.

La delegación, encabezada por el subsecretario de Estado para Asuntos Latinoamericanos, Michael Skol, se entrevistará con el presidente Joaquín Balaguer, el líder opositor José Francisco Peña y los magistrados electorales.Hasta ahora, los pronunciamientos estadounidenses, que han apoyado la repetición de las elecciones donde el fraude ha sido patente, han sido duramente criticados por el Gobierno y la jerarquía católica dominicana como "injerencias en los asuntos del país". El Gobierno norteamericano, sin embargo, con los ojos puestos en Haití, ha optado por intervenir, después de haber logrado sellar la frontera entre ambos países, verdadero colador del embargo contra el régimen haitiano.

Junto a la crisis electoral, la desaparición, el pasado 26 de mayo, de Narciso González, Narcisazo, un periodista y pro fesor universitario conocido por sus virulentos ataques contra Balaguer, quema ya las manos al Gobierno. Según la mujer del intelectual, que antes de desaparecer llamó a la desobediencia civil contra el fraude electoral, unos informes del Ministerio de Defensa que han llegado a sus manos indican que el periodista fue secuestra do y torturado hasta morir.

En teoría, el nuevo presidente debería asumir el cargo el 26 de agosto. El recuento provisional dado a conocer poco después de los comicios del 16 de mayo daba al octogenario Balaguer, del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), una ventaja de 30.000 votos (el 1% del electorado) sobre el socialdemócrata Peña Gómez, del Partido Revolucionario Dominicano (PRD).

Según la oposición, las irregularidades en los padrones electorales dejaron sin votar a 200.000 personas. El PRD asegura haber comprobado la exclusión de cerca de, 20.000 personas del censo, la existencia de más votos que votantes en ocho provincias y el sufragio de mil difuntos en la ciudad de Santiago de los Caballeros (la segunda del país).

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