Horóscopo
Detesto que el horóscopo lleve razón porque eso me hace vivir pendiente de él y no me gusta vivir pendiente de tonterías en las que no creo. Pero a veces acierta; el domingo pasado, por ejemplo, me dijo que controlara un poco el tabaco porque podía tener problemas con la garganta, y mientras lo leía carraspeé un par de veces: por sugestión, supongo, porque llevaba más de dos meses sin fumar. De manera que, en un ejercicio de racionalidad materialista, bajé al estanco, me compré un, paquete de la marca que más daño me hace, que es también la que más me gusta, y regresé al vicio provisionalmente para reírme un poco de todas esas supercherías dominicales. Al día siguiente estaba hecho polvo, pero no sabía si atribuirlo al horóscopo o a los cigarrillos. Quizá fue una combinación de las dos cosas. Con el horóscopo me pasa lo mismo que con las encuestas, que no sé si describe la realidad o me da órdenes.Otra historia que tengo con el tabaco es que cada vez que lo dejo me encuentro con algún miserable que tampoco fuma, de manera que enseguida enciendo un cigarrillo, delante de él a ser posible, para hacerme la ilusión de que no somos iguales. Lo malo es que a los dos días de haber vuelto me tropiezo con algún imbécil que fuma como un carretero, así que cuando me veo en él, chupando compulsivamente ese objeto absurdo, lo tengo que abandonar de inmediato, aunque entonces entro en un estado de ansiedad que también le da la razón al horóscopo: es rara la semana que no dice que controle mis nervios.
Y si esto me pasa a mi, que no creo en nada, ni en los horóscopos ni en los efectos devastadores del tabaco sobre la salud, ¿qué será de esa pobre gente que vive enganchada a un conjunto de supercherías? ¿Cómo deciden de un modo racional cuándo deben dejar de fumar?
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