Al 'sueño americano' por la lotería

Giancarlo & Gleiberman, abogados con oficinas en Nueva York y Washington, pueden ser para algunos emigrantes el vehículo hacia un sueño; para muchos más serán, simplemente, unos listillos que se quedaron con su dinero. Giancarlo & Gleiberman poseen uno de los muchos despachos que del 1 al 30 de junio se han encargado de gestionar la inscripción de cientos de miles de personas en una de las loterías más extraña y esperada del mundo: la lotería de visados de residencia en Estados Unidos.El reclamo publicitario de Giancarlo & Gleiberman anuncia tentadoramente que el año pasado el 5% de los ganadores de la lotería fueron inscritos por esta oficina, y pide a los interesados el reembolso de un cheque de 100 dólares (13.000 pesetas) por persona (200 dólares por familia) a cambio de que los abogados se ocupen de todo.

Organizaciones de emigrantes latinos y funcionarios del Departamento de Estado, el organismo a cargo de esta lotería, han advertido a los solicitantes que para participar en el sorteo no es necesaria ayuda alguna.

Aunque muchos abogados sugieren que, con su intervención, las posibilidades de salir beneficiado por el bombo aumentan, los responsables del proceso aseguran que eso es falso. Tedas las solicitudes son recibidas hasta hoy en una antigua base militar en New Hampshire. Allí, los datos son introducidos en una computadora, y los pape les originales son guardados en un almacén protegido. La selección de los 55.000 afortunados a los que se concederá la carta verde para poder residir y trabajar en Estados Unidos se hace estrictamente por sorteo.

Hay, eso sí, algunas condiciones para participar. Este proceso fue establecido por el Congreso en 1990 con intención de hacer más diversa la emigración en Estados Unidos y corregir ligeramente el problema de los inmigrantes ilegales. Se excluyó, por eso, del sorteo a los ciudadanos de los 12 países con mayor número de emigrantes actualmente, entre ellos México, El Salvador y China. Con el propósito de aumentar el perfil económico y social de la emigración, en esta lotería se exige también que los solicitantes hayan realizado estudios de enseñanza superior o hayan trabajado durante dos años en un oficio para el que se requieran dos años de aprendizaje. No es necesario que la persona interesada viva actualmente en EE UU o hable inglés.

No existe un impreso oficial que rellenar. Los aspirantes sólo tienen que escribir sus datos personales en un papel en blanco y enviarlo dentro de un sobre normal por el correo habitual a las direcciones que se han establecido. Pese a la simplicidad del proceso, casi el 20% de las solicitudes para los visados del año pasado fueron rechazadas por incorrecciones en el proceso.

Organizaciones latinas han denunciado que algunos despachos de abogados han cobrado por rellenar documentos de personas que ni siquieran cumplen las condiciones requeridas para participar. El Departamento de Estado ha impuesto multas simbólicas sobre algunos despachos que descaradamente prometían un visado a cambio de un centenar de dólares, pero los funcionarios advierten que no pueden evitar que se pague a un intermediario para escribir una solicitud.