La CNN niega ser "presa del pánico" por su actual bache de audiencia

"All the news, all the times". El modelo de televisión de la CNN -todas las noticias, a todas horas- ha creado escuela y se ha convertido en una pieza insustituible en el panorama audiovisual de Estados Unidos y de todo el mundo. Pero recientes sondeos de audiencia sugieren que al modelo le falla la base si no hay acontecimientos extraordinarios que rompan la programación normal y provoquen la retransmisión en directo.La primera reacción en el cuartel general de la CNN, en Atlanta, es no perder los nervios por los índices de audiencia, que aseguran que la cadena llega a un promedio de 375.000 hogares en EE UU, un 26% menos que en 1992.

"Es un problema transitorio", dice Karen Kemp, portavoz de la cadena, quien cree que en los últimos meses no ha habido grandes noticias que electricen a los telespectadores. "No podemos inventarnos hechos que han sido hitos en la cobertura televisiva, como el ataque aéreo a Bagdag, el desembarco en Somalia o el bombardeo del Parlamento ruso", señala Kemp.

En Atlanta "nadie está siendo presa del pánico, pero sabemos que tenemos que hacer frente a esta situación", ha declarado el presidente de la cadena, Tom Johnson, a The Washington Post, además de reconocer que los últimos meses han supuesto "un período frustrante". En Atlanta se fragua un contraataque, pero los portavoces de la cadena se muestran parcos en detalles: sólo di cen que consiste en "mejorar la calidad de la presentación, la producción'y la programación".

La CNN nació en 1980 y empezó a obtener beneficios a partir del quinto año de explotación. En su último balance, la división de Información del TBS (Turner Broadeasting System), compuesta por CNN, CNN Internacional y Titulares Informativos, tuvo unos ingresos brutos de casi 600 millones de dólares (81.000 millones de pesetas). Ahora, el descenso de audiencia ha obligado a recortar las tarifas publicitarias.

Además, y como el resto de las cadenas de cable, la CNN se ve afectada por la reciente decisión de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) que obliga a reducir en un 17% el precio del servicio a los consumidores. La FCC ha reorganizado también las frecuencias de cable para hacer sitio a estaciones locales, con la consiguiente confusión en la audiencia. Por lo pronto, el valor de las acciones de TBS que se cotizan en Wall Street ha descendido en un 40% desde octubre hasta ahora.Nada echa hacia atrás, sin embargo, al presidente de la CNN, Ted Turner, que acaba de ser elegido miembro del Consejo de Administración de Tele-Communications Incorporated (TC1), el grupo de cable más poderoso de EE UU, a su vez dueño de un 22% de TBS.

A Turner, de 55 años, se le queda pequeño su imperio de estaciones de televisión, estudios de cine, archivos de películas y equipos deportivos, aunque, por ahora, su ambición de ampliar, TBS se ha visto frenada.