El zoo del halconero
Un amigo de Rodriguez de la Fuente reunió a 400 animales en San Fernando
A medio camino entre un parque zoológico clásico (en menor escala) y las cada vez más conocidas granjas-escuela, el zoo Parque Grande propone una nueva fórmula de acercamiento a la naturaleza para los más pequeños.A 30 kilómetros de Madrid, aproximadamente, en la carretera que une Torrejón y Loeches (kilómetro 3,6)-en el término municipal de San Fernando de Henares (27.000 habitantes), se ubica el, zoo que acoge unos 400 animales pertenecientes a más de 80 especies distintas. Desde aves de corral hasta osos, desde un simple burro hasta una pareja de leones, forman parte de la fauna que exhibe el zoo en sus tres hectáreas aproximadas de terreno.
Por su tamaño y su planteamiento, se podría calificar éste como un lugar para acudir en familia. Lejos de competir con el macrozoo madrileño, el de Parque Grande pretende, en su modestia, resultar accesible a los niños y cómodo a los padres. Parte de su encanto reside en la posibilidad de dejar corretear a los retoños, sin mayor peligro de que algún pato atrevido les quite el bocadillo o de que una traviesa alpacales persiga. .
Está permitido dar de comer a aquellos animales que no están enjaulados: patos, gallinas, gansos, loros, alpacas, llamas, cabras y un mono-ardilla.
El fundador del zoo, Fernando Peralta, fallecido en accidente,de tráfico hace ahora ocho meses, consideraba que la máxima que debía regir el funcionamiento de sus instalaciones es la participación. Con más entusiasmo que medios, Fernando Peralta y su mujer, Maribel Ayala, decidieron hace ahora tres años sacar adelante un pequeño zoo abandonado. Cuando fueron a visitarlo por primera vez, aún habitaba en él una leona famélica" en medio de un auténtico lodazal repleto de excrementos.
Con animales excedentes de otros zoos españoles y, sobre todo, con muchas horas de trabajo pusieron en marcha lo que hoy es Parque Grande; pero el objetivo de Fernando -hoy retomado por Maribel- estaba en el que quería que fuera "el mejor zoo de España" hecho con criterios modernos: "sin jaulas, ni vallas, ni telas metálicas; sólo con vegetación. Peralta trabajó algún tiempo con Félix Rodríguez de la Fuente al que conoció por un halcón perdido. Fernando le ofreció uno muy parecido al extraviado sólo a cambio de conocer al naturalista.
Maribel asegura que, para un experto, son interesantísimos zoos como el de Madrid, pero para los niños más pequeños resultan excesivos su tamaño y la gran cantidad de animales que alberga. Por el contrario, en un zoo pequeño los visitantes reciben un trato personalizado y se les permite que participen directamente en algunas actividades, como la exhibición de guacamayos o la de serpientes, en la que se anima a los niños a que sostengan boas y culebras, siempre en presencia del cuidador.
La instalación dispone de un bar algo pequeño, aunque con el búen tiempo la falta de espacio resulta aliviada al sacar unas cuantas mesas al aire libre.
El zoo Parque Grande puede visitarse de martes a domingo, desde las once de la mañana hasta el anochecer. El precio de la entrada es de 700 pesetas para los adultos y de 500 los niños.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.