Clinton remodela el equípo presidencial para impulsar la política exterior
En una decisión mantenida en secreto hasta el último momento, el presidente Clinton anunció ayer importantes cambios en la organización interna de la Casa Blanca y decidió sustituir a su amigo Thomas Mack McLarty como jefe de Gabffliete. La persona elegida para reemplazarle es Leon Panetta, hasta ahora director de la Oficina de Administración y Presupuesto. En otra decisión de amplio calado y con el mismo objetivo de "aumentar la fuerza y la vitalidad de la Casa Blanca y de la Adminístración" Clinton otorgó tareas especiales a su asesor de Comunicación, David Gergen, para que se encargue de mejorar la imagen de la política exterior norteamericana.
La confusión que, en la mayoría de las ocasiones, se asocia a esta imagen y las duras batallas políticas que se avecinan en el Congreso y en las elecciones de representantes de noviembre obligan al presidente a echar toda la leña posible al fuego. Desde hace dos meses se había hecho evidente en Washington el mal funcionamiento del triángulo Casa Blanca-Consejo Nacional de Seguridad-Departamento de Estado. La tarea del veterano Gergen será la de poner orden en el equipo internacional de la Administración y convencer a la opinión pública de que Estados Unidos tiene una política exterior clara y coherente.Las dudas y contradicciones sobre Bosnia, Somalia, Haití y Corea del Norte, además de los problemas de comunicación entre el asesor de Seguridad, Anthony Lake, y el presidente Clinton, obligan a este último a acudir de nuevo al bombero David Gergen, que desde hace un año ha contribuido a mejorar la imagen presidencial después del tumultuoso y no siempre bien organizado desembarco de los de mócratas en la Casa Blanca.
Suavizar chirridos
David Gergen, que recordó que ha puesto plazo fijo a sus servicios y reiteré su propósito de abandonar la Administración y volver a la Universidad cuando concluya este año, reconoció que sus nuevas responsabilidades no se deben a su dominio de los asuntos internacionales, sino a la necesidad de actuar como el aceite que suavice los chirridos del equipo de política exterior: "Francamente, no pretendo ser un experto en todos los aspectos de la actualidad internacional, pero si puedo añadir una voz más o una dimensión más al. excelente equipo que está ahora en funcionamiento, sería un privilegio". Gergen actuará como doble asesor: por una parte para el presidente Clinton y por otra para el secretario de Estado, Warren Christopher, que se ha hecho merecedor de abundantes críticas por sus problemas de sintonía con el Consejo Nacional de Seguridad y con la Casa Blanca.La sustitución de McLarty responde a las continuas quejas de desorganización en la infraestructura de la presidencia desde enero de 1993 y a las meteduras de pata de los funcionarios que han tenido roces con la prensa o que se han saltado a la torera las disposiciones sobre ética y utilización de los recursos oficiales. La imagen de desorganización acaba de reforzarse después de la publicación del último libro de Bob Woodward, el periodista del caso Watergate. Woodward traza un panorama de caos al describir los primeros 12 meses de funcionamiento de la Casa Blanca.
En las obligadas palabras de agradecimiento a su amigo de la niñez Clinton dijo que McLarty, que continuará en la Casa Blanca como su asesor personal, "ha servido al país bien y con capacidad como jefe de Gabinete". Más sincero, McLarty reconoció que el cambio es oportuno por las complicaciones que se presentan en el horizonte político.
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