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Rodrigo Asturias: "Es una oportunidad histórica para la paz en Guatemala"

Miguel Jiménez

Guatemala lleva más de 30 años en guerra, pero la paz parece al alcance de la mano. La firma de un acuerdo en Oslo entre la guerrilla y el Gobierno el pasado jueves para crear una comisión que investigue las violaciones de derechos humanos ocurridas en el país centroamericano pone a Guatemala ante una "oportunidad histórica" para lograr la paz, a juicio de Rodrigo Asturias, comandante guerrillero de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG).Asturias, de 54 años, que tomó de un relato de su padre, el premio Nobel de Literatura Miguel Ángel Asturias, su nombre de guerra, Gaspar Ilom, por el que le llama hasta su mujer, se muestra "optimista" ante esta oportunidad. Sin embargo, sabe que el camino a recorrer no es fácil: "El acuerdo va a tener dificultades para su puesta en práctica, pero estoy convencido de que podrán superarse. No se puede descartar que los sectores recalcitrantes puedan emprender acciones desestabilizadoras, y, por eso hay que estar muy vigilantes y muy atentos y condenar cualquier reacción con el apoyo de la comunidad internacional",

La comisión de esclarecimiento de las violaciones de derechos humanos no empezará a funcionar hasta la firma del acuerdo de paz entre el Gobierno y la URNG, pero los trabajos preparatorios comenzarán de inmediato. El informe de la comisión no tendrá efectos judiciales, pero a juicio del comandante llom resulta imprescindible para establecer las responsabilidades histéricas de modo que las heridas puedan cicatrizar y "que nunca jamás se repita lo que pasó". La guerra se ha cobrado más de 150.000 vidas" 50.000 personas han desaparecido y más de un millón se vieron obligados a abandonar sus hogares por la represión.

Un segundo acuerdo versa precisamente sobre el reasentamiento de las poblaciones desarraigadas. "El problema no se soluciona sólo con el retorno", dice el comandante. "Nuestra preocupación es ver en qué condiciones vuelven y cuál va a ser su futuro. No deben ser una carga para la sociedad sino una fuerza productiva que puede contribuir al desarrollo de Guatemala".

Asturias considera aún imposible que la URNG participe en la vida política institucional pero cree que en las elecciones parlamentarias de agosto los candidatos se verán obligados a pronunciarse sobre el proceso de negociación durante la campaña.

La guerrilla se encuentra con la paradoja de que sus posibles éxitos militares pueden ser a la vez obstáculos políticos para las negociaciones. Pero Asturias cree que el alto un alto el fuego sería "prematuro". "No vamos a promover acciones militares que puedan entorpecer la negociación pues nuestra verdadera fuerza es la razón política, pero sí vamos a preservar nuestras fuerzas militares. Habrá que ir viendo si se logra un alto el fuego de hecho, pero si hay ofensivas generales por parte del Ejército, nosotros nos tendremos que defender", señala el comandante.

Asturias está muy agradecido con los países, entre ellos España, que han apoyado las negociaciones, pero destaca especialmente el papel de la diplomacia noruega y el de la ONU.

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Sobre la firma

Miguel Jiménez
Corresponsal jefe de EL PAÍS en Estados Unidos. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactor jefe de Economía y Negocios, subdirector y director adjunto y en el diario económico Cinco Días, del que fue director.

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