La sucesión de Delors al frente de la Comisión Europea divide a los Doce
El desacuerdo sobre el hombre que ha de suceder al francés Jacques Delors al frente de la Comisión Europea amenaza con teñir de fracaso la cumbre de la Unión Europea que hoy se inicia en la isla de Corfú (Grecia). El primer ministro belga, el democristiano Jean-Luc Dehaene, apoyado porFrancia y Alemania, es el favorito para ganar la batalla, pero su correligionario holandés, Ruud Lubbers, le pisa los talones. La falta de consenso puede obligar a convocar una cumbre extraordinaria durante el semestre de presidencia alemana, que comienza el 1 de julio.
El eje franco-alemán apuesta fuerte por Dehaene, con el respaldo de Luxemburgo, Dinamarca, Irlanda y el obvio de Bélgica. Grecia, que termina en Corfú su presidencia, no tiene candidato. Italia, cuyas preferencias van hacia el británico Leon Brittan, parece tener como segunda opción a Lubbers, a quien apoyan Holanda, Portugal, el Reino Unido (si se descarta a Brittan) y España. Felipe González aseguró ayer en Corfú: "Tengo un compromiso con Lubbers, pero creo que Dehaene podría hacerlo perfectamente".El presidente del Gobierno español considera que "no será fácil" que se llegue a un acuerdo en la cumbre, que debe finalizar mañana. El mismo temor abriga el presidente en ejercicio de la Unión Europea, Andreas Papandreu, que ayer puso toda la carne en el asador y reconoció que supondría "un fracaso personal importante" que no se eligiera en Corfú al sucesor de Delors.
El contencioso amenazaba con ensombrecer una cumbre histórica en la que el presidente ruso, Borís Yeltsin, va a firmar un acuerdo de asociación con la UE, y los líderes de cuatro países (Austria, Suecia, Noruega y Finlandia) rubricarán solemnemente los tratados de adhesión que ampliarán la Unión de 12 a 16 miembros.
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