Melrose Place
En el Hollywood residencial hay menos restos de la serie de televisión que del Mundial
Me lo temía. Melrose Place no existe. Alentado por reconocer esa fachada, esa piscina iluminada, esa felicidad juvenil que ni siquiera pueden borrar comprometidas situaciones ideadas por las mentes calenturienteas de los guionistas, me he dado una vuelta por Melrose Avenue, en Hollywood, pero todo ha sido inútil. Había menos restos de la serie que del Mundial, que ya es decir. Ni siquiera he logrado encontrar el Shoters, local de perdición donde los protagonistas de la conocida serie se cuentan sus penas y siempre aparece el que no debe. Ni siquiera hallé una foto de Billy, el que hace de chico bueno, y que es uno de los embajadores de la Copa del Mundo, pues, además de ser guapo y conocido, fue jugador profesional en Zimbabue. Mucha tienda, mucho moderno, pero ningún rastro que mereciese la pena. He tenido que sentarme en un café para recuperarme de la decepción, y entonces lo he visto claramente. Nuestra selección merece un capitulo de Melrose Place. Clemente sería Amanda, perversa, pero, en el fondo, con buen corazón. Amanda (Clemente) es la dueña de los apartamentos (la selección). Elige los inquilinos (jugadores), y el que no le gusta, a la calle. Amanda (Clemente) ha tenido en las últimas fechas un tórrido romance con Jake (Cañizares), que siempre va de cuero, y está, según la audiencia femenina, muy cachas. Aunque en el fondo sigue estando colgada de un antiguo amor (Zubizarreta). Al darse cuenta de la maniobra, Jake (Cañi) intenta ahogar penas volviendo con su primera pretendiente, llamada Jo (Mendoza). Nada mejor para darle en los morros a Amanda (Clemente), a la que se le revuelven las tripas cada vez que ve a Jo (Mendoza), por mucho que lo disimule.El papel de Billy, responsable y siempre dispuesto a echar una mano, sería para Guardiola. Comparte apartamento con Alison (Cruyff), que aunque trabaja en lo mismo que Amanda (Clemente), se llevan fatal. Entre los dos le vuelven un poco loco al bueno de Billy (Guardiola), al que se lo quieren llevar al huerto, pero éste sabe nadar muy bien entre dos aguas, y tiene claro que este verano debe devoción a Alison (Cruyffl.
De vez en cuando visita Melrose un personaje de Beverly Hills 90210 llamado Brandon (Guerrero), al que Alison no le hace mucho caso pues le considera todavía muy joven. En Melrose también habita un homosexual, que en este capítulo no tiene cabida, pues es bien sabido que no existe la homosexualidad en el fútbol, faltaría más. Michael, el médico, es, por supuesto, Michel. Al principio de la serie se llevaba bien con todos, pero Amanda le acabó echando del edificio por razones difíciles de explicar, lo que arrasta a Michael a la bebida. Michael (Michel) fue abandonado también por Jane (José María García), que ahora le pone a parir en cuanto puede, pero llego Kimberly (José Ramón de la Morena) y le reconforto. Sobra decir que Kimberly y Jane se odian.
En este episodio veremos cómo Amanda (Clemente) sufre un repentino ataque de amnesia y desconoce quién está de su parte y quién no. Un psiquiatra argentino llega desde Buenos Aires para solucionar los problemas de Michael (Michel), y Brandon (Guerrero) pierde su virginidad con Amanda, que no sabe que se lo está haciendo con un menor. Detienen a Jane (JMG) y es condenada a la cárcel, pero al final, en un absurdo e injustificable giro argumental, es indultada. Afison (Cruyff) quiere casarse con Billy (Guardiola), pero éste duda, y antes quiere hablar con Amanda. (Continuará).
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