Sana envidia
Mientras llegan a la Guardia Civil los datos de la investigación policial en Suiza, miembros de este cuerpo critican que se están infrautilizando los recursos del servicio de información del instituto armado en esta investigación. Esos recursos, según los denunciantes, se destinan a meras comprobaciones rutinarias de personas o lugares con una obvia relación con el huido. En cambio, la investigación de los negocios del fugitivo ha sido encomendada a la policía."Estamos venga de darle vueltas a parientes y fincas de Roldán, y es obvio que él no va a ponerse en contacto con ellos, ni tampoco va a regresar a Mombuey; haría falta una investigación mucho más imaginativa, más audaz", afirma un responsable de la Guardia Civil.
El sentimiento en el instituto armado es de sana envidia hacia los éxitos que empiezan a cosecharse de la labor de la decapitada cúpula policial. Se trata no tanto de la detención de Roldán, algo sólo esperable en la medida que el prófugo cometa un error, como del afloramiento de todas sus empresas, conexiones y actividades delictivas.
La policía escudriña las conexiones y movimientos del clan Roldán en Chile, Argentlna, Angola y Panamá, entre otros países. Dos funcionarios que viajaron recientemente al citado país africano comprobaron que, al menos en las últimas semanas, el fugitivo no había estado allí, pese a que gozaba de cierta infraestructura para ocultarse.
Los movimientos económicos descubiertos en los últimos días en Suiza, que salpican a Blanca Rodríguez Porto, coincide con su irrupción en la Embajada chilena en Madrid para exigir refugio. La juez competente del caso, Ana María Ferrer, que ya dispone de tal información, está en situación de considerarla como algo más que la esposa de un huido, mensaje que, sin duda, interpretó claramente Blanca Rodríguez Porto.
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