Una 'bola del espacio' descontrolada hace perder el conocimiento a un joven
Juan Carlos Fernández Alvés, de 17 años, sufrió un esguince cervical en la mañana del domingo tras dar vueltas sin control en una atracción instalada ilegalmente en el recinto ferial de Torrejón de Ardoz (85.000 habitantes). La Policía Municipal, ante la imposibilidad de encontrar al propietario, desmontó el aparato, un simulador de vuelo llamado space ball (bola del espacio).
La atracción duerme desde entonces en el patio del parque de bomberos de municipio. El Madrid feriante apareció ayer para reclamarlo.Juan Carlos Fernández, el joven herido, ya está en su casa, aunque lleva un collarín para recuperarse del esguince cervical ocasionado por el accidente y tendrá que permanecer 15 días de baja. El domingo, Juan Carlos Fernández, que pertenece a la Peña Torre del Oro, con caseta en la feria, se dirigió a las seis de la mañana y con unos amigos hacia el space ball, una especie de canica gigante que simula un vuelo espacial. Tras pagar la entrada -500 pesetas- sin que se le entregase ningún billete se subió al aparato. "Era como una nave espacial individual. Dentro te ponían unas correas en los pies y por encima de los hombros y empezabas a dar vueltas", recordaba ayer Fernández. "Lo que hacía el dueño era dar vueltas para un lado y para otro, pero en este caso daba vueltas siempre para el mismo lado. Noté que se me hinchaba la cabeza y empezaba a ponerme morado...", explicaba. El joven asegura que movió los brazos desesperado pidiendo ayuda, pero que a pesar de que la esfera era transparente nadie se dio cuenta. "Ese aparato tendría que tener un botón para poder avisar al dueño si te sientes mal, porque toda la gente no tiene el mismo aguante", se quejaba ayer Fátima Alvés, madre de Juan Carlos Fernández no recuerda cuántos minutos estuvo dentro. "Perdí la noción del tiempo, sentía una presión en la cabeza, como si me fuese a estallar". Cuando bajó del aparato se agachó a coger la pañoleta de la peña, que se le había caído, y se desmayó. Sus amigos le llevaron hasta el puesto de socorro de la Cruz Roja instalado en el recinto y posteriormente al hospital alcalaíno Príncipe de Asturias, donde permaneció tres horas.
Vigilar el sueño
Los médicos le apreciaron un esguince en el cuello y una hemorragia, de pronóstico leve. Esa misma mañana le dieron el alta recomendando a los padres que vigilaran su sueño y los cambios bruscos de humor, por si se producía alguna complicación. Juan Carlos trabaja como camarero en el bar propiedad de su padre y tendrá que estar 15 días de baja. La familia ha presentado una denuncia en comisaría y hoy lo hará en los juzgados.
La Policía Local desmontó la atracción el domingo por la tarde. Según el concejal de festejos, el socialista Valentín Gómez, el feriante se había instalado "sin ningún tipo de permiso, y sin los boletines pertinentes para el enganche de luz". Gómez asegura que el space ball permanecerá en el patio de los bomberos hasta que la comisaría o el juez dedidan sobre el asunto. Los servicios jurídicos del Ayuntamiento estudiarán mañana la multa que impondrán al feriante.
Anoche, una pareja de policías nacionales paseaba por el recinto para "realizar inspecciones a las instalaciones que no estén homologadas".
Este periódico intentó ayer sin éxito ponerse en contacto con el dueño de la atracción.
Los ayuntamientos madrileños están empezando a extremar sus precauciones con las atracciones feriales. que sólo precisan para funcionar un dictamen de la Consejería de Economía para enganchar la luz y pasar una revisión anual firmada por un ingeniero industrial privado. El Ayuntamiento de Alcalá de Henares, que celebrará sus fiestas en agosto, anunció ayer que pedirá a los feriantes, además de la licencia fiscal, un certificado que garantice la seguridad de los aparatos, expedido por un técnico competente y un seguro de responsabilidad civil que cubra hasta los 25 millones de pesetas en el caso de las barracas y hasta los 100 millones en el de las atracciones mecánicas.
