Rocard dimite como líder de los socialistas franceses tras el descalabro de su partido en las europeas
Michel Rocard dimitió ayer de su cargo de 5 primer secretario del Partido Socialista. (PS) francés al quedar en minoría en una votación del Consejo Nacional, el parlamento del partido, reunido para resolver la crisis abierta tras la derrota en las elecciones al Parlamento Europeo del día 12. Rocard había propuesto un plan de actuación que suponía el fin de las corrientes, es decir, del poder de las diferentes personalidades del PS. La alianza de algunas de éstas la de Laurent Fabius, la de Jean Poperen, la de Henri Emmanuelli, quien después fue elegido sucesor, y la de los mítterrandianos, las más numerosas- ha puesto fin a un mandato de 15 meses. El plan de Rocard recogió 129 votos en contra, 89 a favor y 48 abstenciones.
El mandato de Michel Rocard comenzó después del descalabro del PS en las legislativas francesas, cuando el ayer dimisionario puso en minoría a Fabius. Ahora, éste ha vuelto a demostrar que la venganza es un plato que se sirve frío y ha repetido la operación, pero en beneficio propio, aunque queda por ver quién va a ser capaz de controlar un partido condenado a una dirección provisional hasta un congreso a celebrar en otoño.El Consejo Nacional del PS se había reunido ayer por la mañana en la Villette (París) para intentar resolver la crisis abierta por el mal resultado obtenido en las europeas, en las que consiguió sólo el 14,5% de los votos. Desde el primer momento, la figura de Rocard como primer secretario estuvo en tela de juicio. En su intervención, Rocard se autocriticaba y criticaba al partido: "Nos hemos convertido en el partido del ni-ni. Ni liberalismo ni estatalismo, pero tampoco ni muy europeos ni poco, ni utopistas ni guardianes del realismo, ni lo uno ni lo otro". La postura del ni-ni ha definido el segundo septenato del presidente François Mitterrand. Para Rocard, el PS "ha. funcionado de manera absurda
Para la corriente fabiusiana, que: engloba a una tercera parte de los miembros del consejo, las propuestas de actuación inmediata de Rocard no eran aceptables, y los partidarios de Mitterrand no se recataban en declarar que "el Elíseo sigue con satisfacción cuanto ocurre".
Michel Rocard pidió que le dejasen las manos libres para incluir en el secretariado nacional del PS a "personalidades que ya han demostrado que tienen algo que aportar", y citó a Martine Aubry, Elisabeth Guigou, Ségolene Royal y Jack Lang, entre otros. El líder socialista pidió también dirigir "un grupo restringido que durante el verano prepare un programa claro que será presentado a los militantes en septiembre" e insistió en la necesidad de cambiar los modos de funcionamiento del PS de manera que los barones dejen de controlar las discusiones.
"Me niego a continuar dirigiendo una falsa unanimidad, una unanimidad de fachada que apenas oculta divisiones reales", añadió casi como despedida.
Durante la reunión eran muchos los indicios que hacían pensar que el plan de Rocard no iba a ser aceptado, con lo que se abre una crisis que los más optimistas consideran puede resolverse con la aparición de Jacques Delors, presidente saliente de la Comisión Europea, como candidato a la presidencia francesa.
Mientras, sin que se sepa por cuánto tiempo, Henri Ernmanuelli fue elegido nuevo secretario general del partido. Se trata de un antiguo aliado de Rocard, ex presidente de la Asamblea Nacional (Parlamento), ex tesorero del PS y presuntamente implicado en el caso de las facturas falsas con las que al parecer se financió el partido. Emmanuelli se separó abruptamente de Rocard tres días antes de las elecciones europeas, adoptando desde entonces una posición más izquierdista, muy crítica con el liberalismo radical que, según él, defiende Rocard.
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