Los minusválidos y el trabajo

Recientemente he leído en su periódico informaciones relativas a las dificultades que toda persona con algún tipo de minusvalía ha de afrontar a la hora de encontrar un puesto de trabajo.En ese sentido, y con objeto de paliar la situación, una normativa obliga a las empresas a contratar el 2% del personal de su plantilla a personas con algún tipo de discapacidad.

Según han señalado los sindicatos, algunas empresas son reticentes a la hora de aplicar estas medidas en unos casos, y en otros se producen discriminaciones y recortes en los salarios.

Dicho esto, me gustaría expresar públicamente:

1. En trabajos administrativos que requieren el manejo de ordenadores personales (prácticamente todos), las personas con minusvalías son perfectamente aptas, gracias a los nuevos entornos informáticos que han desarrollado y basado su manejo con el puntero, ratón o mousse.

2. Debido también al auge y consolidación de este tipo de herramientas, es posible ubicar el puesto de trabajo en el mismo domicilio, evitando por ello los inconvenientes y obstáculos de una ciudad que no ha tenido en cuenta jamás a este, colectivo.

Cometen, pues, un gran error los empresarios que mantienen esa actitud de no abrir sus puertas a personas con algún tipo de discapacidad física por el simple hecho de que ésta se manifieste a simple vista y no como suele ocurrir con aquellas otras que, sin ser palpables, son aún más graves. ¿A quiénes nos referimos cuando hablamos de racismo?-