Catálogo de multas

Ayer fui protagonista de una situación que le resumiré a continuación, y tras la cual me planteo una sugerencia para la DGT y para el bienestar de los conductores que se encuentren ante una situación similar.Cuando iba circulando por la autovía de Burgos entre San Sebastián de los Reyes y Alcobendas, a las 7.30, por el carril izquierdo como otros (seguramente miles o más) conductores, un agente de la Guardia Civil de Tráfico hizo que me detuviera en el arcén para ponerme una multa, en principio por exceso de velocidad.

Ante mi razonamiento y lo ridículo (por imposible debido a la densidad del tráfico) del motivo, decidió que me sancionaría por no apartarme del carril izquierdo para permitir su paso; pero como alegué que él me había adelantado por dicho carril, decidió entonces que la multa sería por circular por el carril izquierdo sin que las circunstancias de la vía así lo aconsejaran. Y yo me pregunto, si las circunstancias de la vía no aconsejan circular por cualquier carril estando todos próximos a la saturación, ¿en qué momento lo aconsejan?, ¿aconsejan acaso dichas circunstancias ir todos por el carril derecho hasta formar una fila que llegue a las mismas puertas de Burgos? Pero no es el motivo de esta carta la discusión sobre la corrección de la multa, eso lo haré en el correspondiente recurso ante la DGT.

El motivo, tras una reflexión adecuada, es sugerir a la DGT que reparta entre sus agentes un catálogo de multas clasificado por tarifas, de modo que los conductores podamos elegir la sanción que más nos apetezca en ese momento, siempre dentro del precio fijado por el correspondiente agente.

De esta manera, y dado que la multa, es, en estos casos, irremediable, indiscutible e irrazonable, podríamos al menos darnos el gustazo de elegir un motivo que nos resulte satisfactorio. Habría quien la preferiría por ir hablando por el motorola, otros por llevar la música atronadoramente alta, algunos por fumar o llevar el cigarro encendido, los habría que preferirían ser multados por no llevar las dos manos al volante...

Así nos ahorraríamos pasar más de 20 minutos intentando razonar con alguien que no se aviene a ello, con la frustración e indignación que produce; no llegaríamos tarde al trabajo y se agilizaría el penoso trámite de la denuncia, y como en cualquier caso la sanción es ilógica, ¿qué menos que poder decidir uno mismo el motivo por el cual será sancionado? Y puestos a pagar...-