Populares y socialistas unen fuerzas en Galicia para frenar el avance nacionalista

Socialistas, y populares luchan cuerpo a cuerpo en toda España, excepto en Galicia, principal bastión electoral del Partido Popular (PP). Desde la elección del alcalde de La Coruña, Francisco Vázquez, como secretario general de los socialistas gallegos, el pasado mayo, los dos partidos mayoritarios tra tan de evitar los ataques mutuos y unen sus fuerzas para frenar el avance de los nacionalistas, que en las últimas convocatorias electorales han roto todos sus techos históricos. Ni la reciente campaña a los comicios europeos, ni el posterior análisis de los resultados han trastocado las estrategias de Manuel Fraga y Francisco Vázquez.

El PP continuó batiendo marcas en Galicia el 12-J. Tras la apabullante mayoría absoluta lograda en las elecciones autonómicas del pasado octubre, los populares rozaron en esta ocasión el 55% de los votos, el índice más alto de todas las comunidades autónomas. El PSOE, con el 24,37%, se recuperó levemente de su hecatombe de hace ocho meses, mientras el Bloque Nacionalista Galego (BNG) perdió más de seis puntos porcentuales -logró el 11,53% frente al 18% obtenido en los comicios regionales-, pero a la vez alcanzaba su nivel más alto en unas elecciones de ámbito nacional. En las ciudades, los nacionalistas volvieron a pisar los talones al PSOE.El guerrista Vázquez parece haber renunciado a plantear batalla al PP. Ya en la campaña centró todos sus ataques en el BNG, al que acusa de mantener comportamientos "fascistas". Manuel Fraga y el secretario general del PP gallego, Xosé Cuiña, siguen un guión semejante: pasan por alto la humillante derrota del PSOE en Galicia para dedicarse a vapulear dialécticamente al BNG.

Críticas renovadoras

Los dirigentes nacionalistas sostienen que existe un pacto no escrito entre Fraga y Vázquez para tratar de impedir su crecimiento. El Bloque asegura que los dos partidos mayoritarios preparan desde hace tiempo un acuerdo que le excluiría de instituciones como el Consejo de Administración de Radiotelevisión Galicia y del tribunal de cuentas autonómico. El líder nacionalista, Xosé Manuel Beiras, ha denunciado que su formación política ya fue "silenciada" en los medios de comunicación públicos durante la campana europea.La estrategia de Vázquez de tratar al PP con guante de seda y al Bloque con mano de hierro contribuye a ahondar en la profunda división del PSOE gallego. Dirigentes del sector renovador han vuelto a criticar en los últimos días los permanentes ataques del secretario general socialista al BNG. El principal representante de los renovadores en la comunidad es el alcalde de Vigo, Carlos Príncipe, quien gobierna el Ayuntamiento en coalición con los nacionalistas. Príncipe defiende que para acabar con la hegemonía del PP en el futuro el PSOE no podrá prescindir de la formación que encabeza Beiras.

La nueva política de Vázquez contrasta abiertamente también con la actitud del Grupo Socialista en el Parlamento autónomo, de mayoría renovadora, que persiste en su estrategia de oposición frontal al Gobierno del PP.

En los días previos al congreso socialista del pasado mayo, el propio Fraga ya dio una pista de por dónde iban a ir los tiros. El presidente de la Xunta no dudó en inmiscuirse en la batalla interna del PSOE para apostar por Vázquez en detrimento de Príncipe, quien finalmente cayó derrotado.