Los 'okupas' de Minuesa se mudan a una vieja fábrica en la ronda de Atocha

Minuesa ya no existe, pero ha nacido Pacisa. Los okupas desalojados el pasado 18 de mayo de la antigua imprenta de la ronda de Toledo, 24, tomaron ayer las abandonadas instalaciones de la empresa Pacisa, en el número 35 de la ron da de Atocha, muy cerca del lugar que tuvieron que abandonar por orden judicial. Su objetivo no es vivir en este edificio, sino trasladar a él las actividades kulturales de Minuesa: conciertos, talleres y reuniones alternativas. Ayer inauguraron la kasa con escobas y cerveza.

La nueva okupación comenzó por la mañana pero fue ya por la noche cuando los muros de este enorme y destartalado edificio comenzaron a albergar a cientos de jóvenes. Momentos antes finalizaba una manifestación autorizada para reivindicar la okupación de los edificios vacíos e inutilizados.Hacia las 22 horas, grupos de jóvenes formaban círculos ponían música, bebían cerveza y arreglaban el local. Del inmueble colgaban ya pancartas indicando la nueva kasa okupada. Algunas de estas personas ya conocían el recinto. En 1987 la asamblea de okupas de Madrid lo tomó por unos días, pero fueron desalojados. El local es propiedad del Ministerio de Cultura, pero hace tres meses fue cedido a la consejería de Educación para que crease allí un taller de artes escénicas.

Con un patio grande sin tejado y diversas edificaciones anexas de varias plantas, el edificio ofrece un aspecto surrealista y permite los conciertos y las reuniones a la luz de la luna. Sus usuarios decidirán hoy que actividades realizarán, si antes no son desalojados.

Una cosa tienen clara: nadie vivirá en este lugar. Quieren separar sus hogares del lugar de reunión. Esta fue una conclusión que sacaron de su paso por Minuesa. Ya han trasladado sus maletas a dos nuevas casas okupadas: una en Puente de Vallecas y otra en la calle de Salamanca (Tetuán). A la ronda de Atocha, por ahora sólo han llevado altavoces, cerveza y escobas.