La Cumbre apoya a Salinas para dirigir la Organización Mundial de Comercio
El presidente de México, Carlos Salinas de Gortari, recibió el miércoles por la tarde el respaldo de los países de la IV Cumbre Iberoamericana, con la excepción de España y Portugal, para aspirar a la dirección general de la Organización Mundial de Comercio (OMC) que, a partir de enero, sustituirá al GATT (Acuerdo General sobre Comercio y Aranceles) en la regulación del comercio mundial. Salinas, que dejará la jefatura del Estado en diciembre, asistió junto con otros 20 presidentes y dos jefes de Gobierno a la cumbre que organizó Colombia y que finalizó el miércoles por la noche.En un debate a puerta cerrada, la cumbre, declaró el jefe de Estado colombiano, César Gaviria, recogió la sugerencia del presidente argentino, Carlos Menem, de proponer que Salinas "sea considerado por los países que forman parte de la OMC como su director general".
España y Portugal no se sumaron al acuerdo porque ambas están obligadas a apoyar, por lo menos en una primera votación, al candidato de la Unión Europea para el cargo, que acaso sea designado la semana próxima en la cumbre comunitaria de Corfú (Grecia) y que podría ser el británico Leon Brittan o el italiano Renato Ruggero.
El respaldo de la cumbre a Salinas es tanto más sorprendente cuanto que hace tan sólo una semana, el Gobierno de Brasil presentó oficialmente a un candidato para encabezar la OMC, el actual ministro de Finanzas y ex embajador ante el GATT, Rubens Ricupero. En círculos diplomáticos se lamentaba que América Latina acudiese dividida a la elección del máximo responsable de esta organización.
El presidente de Brasil, Itamar Franco, no asistió a la sesión de la tarde del miércoles en la que se acordó promover a Salinas. Franco abandonó precipitadamente Cartagena a mediodía tras la muerte repentina a causa de un infarto, en un hotel de la ciudad, de su sobrino y secretario particular, Ariosto Borges Franco, de 37 años.
Los mandatarios acordaron estudiar en su próxima cumbre la propuesta de Felipe González de crear a escala continental, pero con la participación española y lusa, una compañía de seguro de crédito a la exportación inspirada en la que funciona en España y que garantiza a las empresas el pago de sus ventas en el extranjero si sus clientes no les abonan las cantidades adeudadas por razones comerciales o políticas.
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