El presidente no quiere bajar a segunda

Felipe González no quiere bajar a segunda división. Por eso evita "introducir cambios permanentemente con reacciones histéricas", por eso no presenta por ahora la cuestión de confianza ni remodelará su Gobierno tras la derrota electoral.Alude al Atlético de Madrid para justificar su comportamiento. "Ya ha habido alguna experiencia, para seguir con el símil futbolístico, de 8, 10 o 12 cambios de entrenador que casi hacen bajar a algún equipo a segunda división". Reconoce, sin embargo, que seguir gobernando por la misma senda "puede dar una imagen de inactividad", pero es un mal menor comparado con el otro riesgo.

Tiene prisa por volver a casa y, de hecho, anticipó su salida tras la IV Cumbre Iberoamericana celebrada en Cartagena de Indias (Colombia). "Gano algunas horas en el regreso", se justifica, "lo que me parece normal en una situación como ésta".

El aire acondicionado de la sala de reuniones del Centro Cultural Español no consigue secar su rostro empapado. Intenta transmitir un mensaje de confianza. El bache electoral le resulta perfectamente superable. "A mí no me gusta hacerlo sacando pecho como ha hecho [John] Major", primer ministro británico, que también sufrió un mayor descalabro electoral. Él, como Major, es sustituible e, incluso, la que parecía irremplazable, Margaret Thatcher, lo fue en noviembre de 1990 "y no se cayeron las columnas del templo".

"Con mayor naturalidad [que Major], lo que sí voy a decir es que vamos a seguir tomando las decisiones que corresponde tomar al Gobierno con el mismo apoyo parlamentario con el que contábamos antes de las elecciones del l2". Insiste: "Y eso, creo, que va a tranquilizar también a los -mercados, porque tienen que saber que va a haber una continuidad en esta política económica que está permitiendo iniciar la recuperación con una cierta fuerza".

A diferencia de otras cumbres, en el auditorio no hay casi ningún periodista latinoamericano. No está claro si es porque González tiene ahora menos tirón de este lado del Atlántico o porque sus portavoces han omitido anunciar la rueda prensa.

Las preguntas son casi todas sobre política interior. ¿Es posible entablar conversaciones con el PP? Si hay un clima de diálogo ¿lo aceptaría?: "Lo que no hará el Gobierno es ceder su responsabilidad".

En el PSOE surgen voces que discrepan de la alianza con CiU. "En caso de que alguien la ponga de verdad en duda tiene que someterlo a decisión del partido para ver si tiene o no mayoría". "Espero que la inmensa mayoría del partido sea, como lo ha sido hasta ahora, respetuosa con las decisiones del Gobierno".