Ocho inmigrantes chinos indocumentados se ocultaban en un restaurante otiental

Un local, con apariencia de restaurante chino, en el número 3 de la calle de Alejandro Morán, de Carabanchel, servía de tapadera para inmigrantes de esta nacionalidad sin permiso de trabajo y residencia. Los propietarios del local, un matrimonio de 40 años con sus papeles en regla, y ocho jóvenes indocumentados que se encontraban en él, fueron ayer detenidos por la Policía Municipal.Hacia las 6.15, una patrulla de agentes que vigilaba la zona observaron que varios inmigrantes chinos sacaban un frigorífico del restaurante, como si se dispusiesen a efectuar un traslado. Cuando los ciudadanos asiáticos vieron a los agentes salieron en desbandada. Una vez dentro del local, la policía observó que en lugar de sillas y mesas el recinto albergaba numerosos jergones. Pero no había ni máquinas ni utillaje, por lo que no se trataba de un taller ilegal, sino de un refugio, según la policía.

En un calcetín hallaron millón y medio de pesetas en metálico, joyas (aunque se desconoce su valor), una tarjeta de crédito a nombre de un español, varias fotografías de carné y diversas monedas inglesas, norteamericanas y checas.

El matrimonio dueño del establecimiento fue trasladado a la comisaría de Carabanchel. Los ocho jóvenes pasaron a disposición de la Brigada de Documentación.