Un tráfico endiablado y 14 lunas de autobús rotas, epílogo de tres semanas de huelga

La última jornada de paros en los transportes colectivos llevó aparejada un colapso en la circulación. Los automovilistas tardarán en olvidar el atasco que se formó ayer en las calles de la capital. Tres semanas y un día de huelgas no han servido para acercar posturas entre sindicatos y empresas. Los trabajadores de Metro ya han convocado nuevos paros (el 22, 24, 27 y 29 de junio y el 1 de julio) y los de Renfe planean un verano caliente. Las lunas de los autobuses interurbanos volvieron a menguar: 14 acabaron hechas añicos. Sólo en la EMT ha habido entendimiento.

El asfalto madrileño estuvo al rojo vivo durante toda la jornada. El calor y los motores rugiendo sin parar en mitad de los atascos convirtieron la jornada de huelga a tres bandas en un infierno para los automovilistas. Las calles se llenaron ayer con un 25% más de coches que otro viernes, según la Policía Municipal.Los conductores de la periferia madrugaron para llegar a la hora de siempre al atasco de la capital. La hora punta en las carreteras comenzó media hora antes y el denso tráfico multiplicó las retenciones, según la Dirección General de Tráfico. Las entradas por Extremadura, Valencia, Toledo o Colmenar (con obras, además, de asfaltado) estuvieron aún más difíciles de lo habitual.

El colapso de los tramos sur y este de la M-30 fue durante todo el día el aviso de lo que les esperaba a los conductores en el interior de la ciudad. Con los autobuses de la EMT en las calles y el Metro a medio rendimiento, el sureste de la capital fue un caos. Al norte, Joaquín Costa y plaza de Castilla fueron lo peor, según el gabinete municipal de Tráfico.

En los transportes que estaban en huelga funcionaron los servicios mínimos. Los trenes de cercanías fueron utilizados 1 por un 85% de los usuarios ha bituales; el Metro, por un 80%, y los autobuses interurbanos, por un 70%.

Al menos 13 autobuses de la zona sur sufrieron el asalto de piquetes que hicieron añicos 14 lunas. En las líneas de la empresa Martín (Fuenlabrada-Aluche) saltaron 10 lunas de nueve autobuses tras la actuación de un piquete en Fuenlabrada-Leganés y la confluencia de la M-40. En la línea de Villaverde Bajo a Leganés que cubre la empresa Transportes de Cercanías un viajero sufrió. heridas al ser atacado un autobús. Otro vehículo fue apedreado y al conductor le alcanzó un canto en la cabeza, informa Luis Fernando Durán.

En Argabda, la policía identificó a los tres componentes de un piquete, que presuntamente habían atacado un autobús de la empresa Argabús, según el Consorcio de Transportes. Les fue interceptado diverso material informativo y un tirachinas, aunque no se efectuó ninguna detención por falta de pruebas.

Desde que empezaran los conflictos del transporte el pasado 23 de mayo, los comités de empresa y las direcciones de todas las compañías implicadas han mantenido numerosas reuniones con distinta suerte. El único conflicto que ha salido adelante ha sido el de la EMT, donde sindicatos (en este caso, la Plataforma Sindical) y gerencia (con Tomás Burgaleta a la cabeza) han firmado un preacuerdo sobre el que se negociará en las próximas semanas para amarrar el nuevo convenio de 1994. En la EMT, que tiene 6.700 empleados, los sindicatos han logrado parar la aplicación de algunos aspectos de la reforma laboral.

El subterráneo

Los sindicatos de Metro (5.725 trabajadores) no recibieron la respuesta que esperaban de la dirección tras la desconvocatoria de las huelgas del 31 de mayo y 1 de junio.

Tras la ruptura de conversaciones del miércoles han vuelto a su rechazo de plano del plan empresarial. Metro ha convocado nuevos paros parciales de 6.45 a 8.45 horas y de 18.30 a 20.30 los días 22, 24, 27, 29 de junio y 1 de julio.

El problema de los autobuses interurbanos (donde trabajan unas 7.000 personas) es, que los sindicatos no tienen interlocutor, reflexiona Fidel Angulo, el responsable del Consorcio de Transportes, que augura una semana clarificadora en este conflicto con la creación de una mesa única en la que estén presentes las dos patronales, ahora enfrentadas.

En Renfe los encuentros entre sindicatos y directivos de personal de la compañía pública han sido numerosos, pero no hay ninguna reunión oficial prevista para la próxima semana.

Los sindicatos estudian repetir los paros en julio.