El miedo selló sus labios
Víctor Flores Reviejo fue acorralado por el fiscal y los acusadores Jaime Sanz de Bremond y José Luis Galán. Éstos le sometieron durante dos horas a un durísimo interrogatorio para intentar aclarar las notables contradicciones entre lo que tiene declarado en el sumarlo y la versión de los hechos que expuso ayer.El joven se encerró en una .negativa total y decidió actuar por su cuenta, desoyendo los consejos de su abogada, Inés Cayetano, según reconoció ésta con visible enfado.
Atornillado por el fiscal, el chico se acabó liando sobre cómo ocurrió el crimen y dijo lo que no quería decir: "Cuando se apagó la vela...". "¿Ha dicho usted una vela? ¿Entonces usted vio que en la habitación donde estaban los dominicanos había una vela?", aprovechó el acusador público. "Bueno, ha sido una confusión", replicó azorado el reo. Y después volvió a meterse en otros callejones sin salida.
Flores explicó que no informó a la policía de lo ocurrido porque Merino le advirtió a él y a los otros dos procesados: "De esto, ni palabra". Y el muchacho obedeció ciegamente, convencido, según dijo, de que en Four Roses "había pasado algo extraño", aunque nunca supo qué. A preguntas de su abogada, dijo que no lo denunció "por miedo", pero no aclaró ni a quién ni a qué.
