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Un marroquí mata a puñaladas a un compatriota

Morir a plena luz y entre el gentío. Un numeroso grupo de personas presenció el viernes en la calle de Manuel Fernández y González, en plena zona de bares alrededor de la plaza de Santa Ana, el apuñalamiento de un hombre a manos de un compatriota marroquí.A las nueve de la noche, al lado del bar Viva Madrid, un hombre clavó una navaja en el corazón a Mohamed Salah, de 29 años. El presunto homicida, acompañado por un amigo, escapó rápidamente a través de la angosta calle repleta de gente que disfrutaba del fresco en la terraza del restaurante La Chuleta.

Una unidad del SAMUR, el servicio municipal de ambulancias, intentó en vano durante 45 minutos reanimar el corazón de la víctima.

El móvil del crimen pudo ser una pelea por el tráfico de droga a pequeña escala, según la Jefatura Superior de Policía. En esta calle peatonal, conocida como el callejón, es frecuente la venta de hachís en pequeñas cantidades. "Las primeras investigaciones apuntan a que fue un ajuste de cuentas por trapicheo de drogas", comentó un portavoz de la Policía.

Testigos del suceso fueron los camareros de la zona. Uno de ellos, llamado El Francés y empleado del Viva Madrid, expulsó a las ocho de la tarde de la puerta de su establecimiento a la víctima, que había colocado un puesto de bisutería.

Discusión

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Una hora más tarde, dos marroquíes se acercaron hasta el lugar donde tenía instalado el tenderete. Carlos, camarero del Viva Madrid, recuerda que empezaron a discutir en su idioma y al rato el agresor sacó una navaja y le apuñaló en el tórax. "No presencié el desenlace de la pelea, pero parece ser que discutían porque lo que vendía era suyo", agrega Carlos, quien asegura: "Al fallecido, un camello de poca monta, le llevaba viendo por aquí hace más de dos meses".

Otro inquilino de la calle que prefiere ocultar su nombre asegura que conocía de vista a Mohamed: "Le vi tendido en el suelo, era un hombre alto y delgado que vendía droga por esta calle".

Los empleados del teatro Español, cuya salida de emergencia da a la calle de Manuel Fernández y González, dicen estar acostumbrados a escenas de violencia. "Raro es el día en el que no hay una bronca", comentaba un empleado del teatro, ubicado en la plaza de Santa Ana.

El cadáver de Mohamed Salah se encontraba ayer en el Instituto Anatómico Forense. Anoche, ninguna persona se había pasado por allí para interesarse por el fallecido.

Por otra parte, la noche del viernes, Mustafá Ch., marroquí de 35 años, fue detenido en la calle de Uruguay (Chamartín) tras apuñalar en el pecho a su mujer, Latifa B., de 28 años de edad. La víctima se encontraba ayer ingresada en el hospital Gregorio Marañón en estado muy grave.

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