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El mundo roto de Pedro Casariego, reconstruido con su poesía y pintura

39 lienzos y 68 dibujos del poeta suicida se exponen en el Círculo de Bellas Artes

Elsa Fernández-Santos

"Soy el hombre delgado que no flaqueará jamás". Pedro Casariego Córdoba (Madrid, 1955-1993) dibujó un hombre hecho un nudo y al lado escribió: "El amor de mi vida me pidió que me pusiera incómodo. Obedecí". Una exposición, instalada en el Círculo de Bellas Artes y organizada por la familia del artista, recupera y reconstruye con 68 dibujos, 15 cuadernos, 8 libros y 39 lienzos la obra de este madrileño que se suicidó en enero de 1993 arrojándose al tren en Aravaca.

La entrada a la sala Goya del Círculo de Bellas Artes se ha convertido en algo parecido a la puerta de uno de esos colegios en los que no enseñan la diferencia entre jugar y estudiar. Unos recortables multicolores anuncian la obra de Pedro Casariego Córdoba (que firmaba Pe Cas Cor). El grueso de esta exposición lo forman 39 acrílicos sobre lienzo. Como si fuera un puzzle, la muestra reconstruye el trabajo de este pintor-poeta que empeñó su vida en la búsqueda de la expresión perfecta de sus sentimientos. "Nuestras palabras / nos impiden hablar. / Parecía imposible. / Nuestras propias palabras", escribió.La exposición se completa con una edición de La vida es una lata (1987), la obra más conocida de Casariego, y el texto Falsearé la leyenda, donde 13 escritores (desde José María Parreño a Luisa Castro y Martín Casariego, hermano del poeta) escriben sobre el artista a partir de una serie de cuadros suyos (todos expuestos en el Círculo).

"El primer texto que se conserva de mi hermano es de 1973, cuando tenía 18 años", escribe Antón Casariego, otro de sus ocho) hermanos, en la introducción, al libro. "Quizá no sea el primero que escribiera", continúa, "pero sí el primero al que dio una forma definitiva y trató de fijar al mecanografiarlo. Por entonces era un extravagante alumno de Ciencias Económicas que iba a la facultad con cartera, paraguas, pantalones bermudas y gabardina color crema, hiciera frío o calor". "Hemos organizado la exposición entre los padres, los hermanos, las mujeres, los maridos y los amigos", dice Martín Casariego. "Pedro es conocido entre una minoría y principalmente por su obra poética. Sus lienzos son lo más desconocido".

La exposición está íntegramente organizada por la Pe Cas Cor Sociedad Imaginada, o sea, la familia del artista. "Es una sociedad que creamos en casa cuando Pedro vivía. Entre todos le dábamos un pequeño sueldo mensual a cambio de sus obras. Queríamos dar a conocer su obra, porque a todos nos gustó siempre mucho y porque él no se preocupaba nada por enseñarla", explica el hermano.

Pedro Casariego, que afirmaba ser un incorregible mentiroso, escribió en 1990 un currículo que se reproduce en el catálogo de la muestra: "1955. Nace en Madrid. 1974. empieza a escribir poesía ( ... ). 1976. Se enamora perdidamente de una bella joven de la alta burguesía, que no le corresponde. Desesperado, se abandona en los brazos de las prostitutas de Madrid. 1983. Realiza trabajos temporales como jardinero, vendedor de ukeleles, repartidor de propaganda y de bombonas de butano". Su familia ha añadido datos del final: "1993. El 6 de enero termina Pernambuco, el elefante blanco, cuento ilustrado dedicado a su hija Julieta. El día 8 de enero se suicida exponiendo su cuerpo al paso de un tren en Aravaca".

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Exposición de Pedro Casariego, Círculo de Bellas Artes, hasta el 12 de junio, en la sala Goya. (C/Marqués de Riera, 2). Lunes cerrado.

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Sobre la firma

Elsa Fernández-Santos
Crítica de cine en EL PAÍS y columnista en ICON y SModa. Durante 25 años fue periodista cultural, especializada en cine, en este periódico. Colaboradora del Archivo Lafuente, para el que ha comisariado exposiciones, y del programa de La2 'Historia de Nuestro Cine'. Escribió un libro-entrevista con Manolo Blahnik y el relato ilustrado ‘La bombilla’

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