El escándalo del hospital Ramón y Cajal se salda con la destitución del gerente y la separación de tres médicos
El viejo escándalo del servicio de cirugía cardiaca del hospital Ramón y Cajal, de Madrid, avivado en las últimas semanas con denuncias sobre presuntas irregularidades, aparentemente se ha zanjado ayer. El director general del Insalud, José Luis Temes decidió la destitución gerente, Ignacio Riesgo, como máximo responsable de "faltas administrativas"; la suspensión, del doctor Carlos Boedo y el traslado a otros hospitales de los doctores Wilson Ramos Y Casto Franco.Los tres médicos han estado involucrados en continuas polémicas en el servicio durante los últimos 13 años y más recientemente en denuncias públicas sobre presuntas irregularidades. Temes justificó su separación del Ramón y Cajal como respuesta a los expedientes que los tres tienen incoados. No obstante aludió repetidamente en la conferencia de prensa a la existencia "desde hace 12 o 14 años de importantes desencuentros entre médicos del servicio que, además, han provocado una alarma social al transmitir datos incorrectos fuera del hospital".
El responsable del Insalud negó una vez más que médicos en prácticas hayan realizado en solitario operaciones de alto riesgo, aunque sí admitió irregularidades en las guardias. Se ha abierto un expediente a un médico del servicio por cobrar guardias que luego abonaba a becarios latinoamericanos, quienes por ley no pueden recibir nada. Temes anunció que se cubrirá con caracter definitivo la jefatura del servicio, hoy en funciones, y se incorporarán dos especialistas más al mismo.
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