Drogas, sexo y policía

"Venimos a Malasaña a beber, a drogarnos y a follar", dice Ricardo, cantante y guitarrista de Los Elementos: "No hay muchas tías, pero alguna vez se pilla algo. En otros sitios no hay manera, porque son demasiado finas para nosotros".El alcohol es su droga. Le siguen los porros y todo lo demás. "No somos unos borrachos balbuceantes, pero nos gusta la bebida", dice Turmix. Con ellos beben los grupos de su generación que pasan por el foro. "Siniestro Total son de Malasaña, aunque no de Madrid", dice Manolo Calderón. Los vasos Negu Gorriak también se van de coas con ellos. "Pero este no es un ambiente de yoncazos", afirma. "No los queremos ni ver".
Se quejan del doble rasero policial. Por un lado, cierran garitos cuando ven a alguien haciéndose un porro. Por otro, hacen la vista gorda con los yonquis que venden droga en la calle. "Existen intereses para no desmontar eso y degradar la zona", dice el líder de los Pleasure Fuckers.
Son de una feroz militancia anti-PP. "Desde que están en el poder se han cargado cualquier iniciativa creativa". Su peor enemigo es la Asociación de Vecinos de Maravillas. En general, se declaran "rojeras". "Los skins no tienen huevos para entrar aquí", dice Turmix.
Cantan en inglés y usan anglicismos. Nunca prueban sonido, hacen un sound check -prueba de sonido, en inglés-. No usan excesivamente el cheli porque son "punkis con cultura".
Y su uniforme lo componen vaqueros, camiseta y chupa de cuero negro. No llevan cresta y pasan del piercing (pendientes en la nariz, ombligo o lengua). Algunos lucen tatuajes -en Malasaña están los mejores tatuadores de Madrid- Y se visten en las tiendas de segunda mano de la calle de La Palma.
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