La OTAN niega a Rusia poder de veto en la defensa de Europa
Rusia no tendrá poder de veto sobre la defensa de Europa. Tampoco derecho de consulta automática para acciones militares como las emprendidas recientemente por la OTAN en Bosnia. Éste es el trasfondo de la acogida que tuvo ayer entre los ministros de la Alianza Atlántica, reunidos en Bruselas, la petición de su homólogo ruso, Pável Grachov, de obtener un "estatuto especial" que vaya claramente más allá de la simple integración en la Asociación para la Paz, a la que ya se han adherido los países de la antigua órbita de Moscú.
El ministro español de Defensa, Julián García Vargas, aseguró ayer que la OTAN "reconoce la realidad de Rusia como superpotencia mundial". En esta declaración coinciden los 16 socios de la Alianza. También en que tanto a los aliados como a los países de Europa central y oriental interesan relaciones más estrechas con una nación que posee el segundo Ejército del mundo y un impresionante arsenal atómico. De ello no se deduce, sin embargo, el reconocimiento de un estatuto especial, el derecho de Moscú a pronunciarse e incluso a vetar decisiones como el ingreso de nuevos países o la adopción de medidas militares.El asunto no está zanjado, y parece que la OTAN no tiene ninguna prisa, consciente de que el tiempo juega a su favor. Será probablemente en la próxima reunión en Estambul de ministros de Asuntos Exteriores de la Alianza Atlántica donde se elabore un comunicado conjunto o una declaración que recoja todas las peculiaridades de las "relaciones especiales". Sin embargo, Grachov aseguró ayer que Rusia está dispuesta a firmar el tratado de Asociación para la Paz.
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