Los autocares inauguraron la semana de huelgas

Los usuarios sortearon con apretones la primera jornada de huelga en el transporte de viajeros por carretera, pero no perdieron el autobús. Los servicios mínimos esta blecidos -la mitad de los coches en hora punta y el 40% el resto de la jornada- se cumplieron puntualmente, lo que permitió mantener el pulso de las distintas líneas interurbanas que comunican la capital con las principales localidades de la región. No ocurrió lo mismo con el transporte escolar y discrecional, que funcionó de forma muy irregular, según la patronal. El sector está formado por 7.000 trabajadores.

El anuncio de la huelga en autobuses interurbanos redujo un 20% el número de usuarios de este medio, según datos del Consorcio Regional de Transportes. Estos viajeros se repartieron entre el tren de cercanías, que registró un aumento de la demanda del 8%, y el vehículo privado. Este mayor uso del automóvil multiplicó la duración de la hora punta en los principales accesos a la capital. La carretera de Burgos y la de La Coruña fueron las más afectadas, junto con la de Extremadura, -que registró un fuerte atasco en ambos sentidos a causa del atentado terrorista ocurrido en el kilómetro 5.Hoy se vivirá otro día de huelga en el transporte de viajeros por carretera. Durante la primera jornada se registraron pocos incidentes (roturas de lunas en autobuses estacionados en cocheras de la zona sur y pinchazos de ruedas).

Las expediciones hacia otras regiones se redujeron sustancialmente, en algunos casos sólo salió una cuarta parte de las previstas. Las comunicaciones con Levante y Extremadura vieron muy reducido el número de viajes (una cuarta parte de los habituales, según la empresa Auto Res). Hacia el norte partió el 90% de los coches previstos, según un portavoz de Continental Auto.

El seguimiento de la huelga osciló entre el 80% y el 90%, según los sindicatos. "La patronal aún no se ha creído que la huelga va en serio y no han intentado ningún acercamiento", explica José Serrano, de CC OO.

El gerente de la patronal, Lorenzo Chacón, argumenta que las peticiones sindicales atentan contra la viabilidad de las empresas: "El sector lleva cinco años subiendo los sueldos el doble del IPC, mientras las tarifas bajan", explica. Los sindicatos piden el 4,9% de aumento. La patronal aún no ha ofrecido su cifra.