El régimen militar de Haití pone en alerta a su Ejército en respuesta al embargo

El Ejército haitiano se encuentra en máxima alerta desde la entrada en vigor, el domingo, de las nuevas medidas de embargo decretadas por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. La presencia de 650 marines estadounidenses en el mar Caribe a bordo del buque anfibio Wasp y las reiteradas amenazas de una intervención estadounidense, que por el momento parece lejana, han llevado al régimen de Raoul Cédras a considerar que el país está en estado de guerra.El régimen haitiano ha advertido que castigará severamente a cualquier ciudadano que facilite información "a los extranjeros" (básicamente funcionarios de organismos internacionales) sobre, la ubicación de viviendas o posiciones militares. Estas son las primeras medidas adoptadas por el nuevo ministro de Defensa, Willio Noailles, nombrado la semana pasada por el presidente interino, Emile Jonassaint.

Durante la mañana las patrullas militares aún son poco visibles. Es por la noche cuando los grupos de soldados, algunos vestidos de civil, recorren armados la capital. Para la población las patrullas no suponen ninguna preocupación, acostumbrada como está a las rondas nocturnas de grupos militares y paramilitares en busca de partidarios de Jean-Bertrand Aristide, el primer presidente democrático de Haití, que fue derrocado por Cédras tras un cruento golpe de Estado el septiembre de 1991, nueve meses después de su elección.

La Administración estadounidense ha reiterado que no descarta una intervención militar para forzar la salida de Cédras, tras el fracaso del embargo petrolero, que dura ya siete meses. La eventual invasión, sin embargo, parece lejana, dado el escaso entusiasmo que ha despertado la idea dentro y fuera de EE UU.

Solución pacífica

El presidente de la Organización de Estados Americanos (OEA), Joáo Baena Soares, se ha mostrado partidario de una solución pacífica, que incluiría tanto las presiones sobre los sectores empresariales halitianos, que sostuvieron el golpe militar, como la negociación política. En el mismo sentido se ha pronunciado el secretario general de la ONU, Butros Butros-Gali.A pesar de estas declaraciones, la alerta roja se ha encendido en Haití. Los ejercicios navales que realizan 650 marines a bordo del buque anfibio Wasp son las segundas maniobras militares de envergadura que EE UU desarrollas en aguas del Caribe en menos de un mes.

Días antes, en otra operación, llamada Agile Provider, se desplegaron varios buques, un submarino, helicópteros y cazabombarderos a 120 kilómetros de Haití. Ambas demostraciones han llevado la preocupación a las autoridades militares haitinas, que las consideran precursoras de una eventual acción de fuerza.

A ello se une el que el presidente estadounidense, Bill Clinton, desgranara las razones de una invasión, que guardan similitud con las que justificaron la invasión de Panamá en 1989: defensa de la democracia, protección de los estadounidenses residentes en Haití y la implicación del régimen en el narcontráfico.