Moscú teme verse involucrado en el conflicto Los primeros ministros de Rusia y Ucrania discuten sobre la crisis de Crimea
El primer ministro ucranio en funciones, Yefim Zviag, mantuvo ayer en Moscú conversaciones, que proseguirán hoy, con su homólogo ruso, Viktor Chernomirdirí, sobre el problema creado en tomo a la república autónoma de Crimea, que antes pertenecía a Rusia y que está poblada mayoritariamente por rusos. Ésta restableció recientemente la Constitución de 1992,que le da más derechos y libertades con respecto a Kiev, hecho que ha sido calificado por las autoridades ucranías de amenaza a la integridad territorial del país.
La tensa situación que existe entre Crimea y Ucrania preocupa enormemente a Rusia, pues ésta comprende que en caso de un conflicto armado no podrá quedarse al margen. No sólo porque la gran mayoría de la población de la península es de origen, ruso sino porque además allí se encuentra la base principal de la Flota del Mar Negro- Y el Kremlim desea consevar para sí, como mínimo, el 80% de esta flota.Todos los políticos rusos advierten que es inadmisible permitir que la situación en Crimea se torne incontrolable, pues, de estallar un conflicto entre las fuerzas de Kiev y las de Sinféropol éste se extendería con rapidez y sería peor que el que azota a Yugoslavia.
Serguéi Filátov, jefe de la administración del presidente ruso, opinó, por su parte, que "las tensiones en Crimea sólo les convienen a aquellos políticos irresponsables en Ucrania que quisieran aprovechar la situación en la península para aplazar las elecciones presidenciales [de Ucranial y así mantenerse enel poder". No es difícil deducir que Filátov se refiere al presidente ucranio, Leonid Kravchuk. Las mismas acusaciones ya las formuló, el jueves, el jefe del Gobierno de Crimea, Yenueni Sabúrov.
Chernomirdin y Zviaguilski comenzaron ayer las negociaciones con una conversación en privado de una hora. En la reunión ampliada, celebrada a continuación, se trataron los asuntos de la Flota del Mar Negro y de las futuras bases rusas, pero no de los problemas de Crimea, denunció anoche una fuente próxima al Gobierno de Crimea. Las conversaciones proseguirán hoy.
El ministro de Exteriores ruso, Andréi Kózirev, trató ayer con su colega británico, Douglas Hurd, la situación en Crimea. "Ucrania desea que el problema sea debatido en la ONU. Rusia no tiene inconveniente alguno y confía en que Kiev y Sinféropol resolverán sus diferencias exclusivamente con métodos políticos", dijo en, Múrniarisk Galina Sídóraba, asesora política de Kózirev, al final de la reunión entre ambos ministros.
Hurd, que hoy se reunirá en Kiev con Kravchuk, opinó que las conversaciones sobre la crisis de Crimea deben realizarse en presencia de los rusos, cuya "participación calmada y constructiva puede contribuir a un mejor entendimiento entre Sinféropol y Kiev". Hurd aseguró que se encontraba "satisfecho del hecho de que Rusia no tiene una política de intervención" en Crimea.
Diputados de Crimea en Klev
Mientras tanto, en Ucrania, una delegación de diputados de Crimea partió de Sinféropol a Kiev para hoy mantener: conversaciones con los miembros del Parlamento ucranio. Éste ha dado 10 días a los crimeanos para que anulen su decisión de restablecer la Constitución de 1992. Si se niegan, Kiev podría imponer el Gobierno directo sobre la península o introducir un bloqueo económico.Kravchuk, que el fin de semana visitó Nikoláyev, en el sur de Ucrania, declaró que se puede encontrar una solución sólo "si no hay cambio en el estatus de Crimea y en la integridad territorial de Ucrania". "La integridad, territorial es una línea que a nadie se permitirá pasar. Y no dejaremos que Crimea lo haga", advirtió.
En Ucrania no faltan los extremistas que apuestan por una solución armada al conflicto. Así, en Lvov, centro de Ucrania Occidental y feudo de los nacionalistas ucranios, desde el viernes se están formando grupos de voluntarios para acudir a Crimea a luchar si esto llegara a ser necesario.
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