El PSOE presiona a los suyos para que se "pongan las pilas" ante los comicios
"Hay que hacer que la gente se ponga las pilas". Esta consigna de un dirigente regional del PSOE está calando lentamente entre los socialistas, que empiezan a salir de su abatimiento por los casos de corrupción, que les han tenido inhibidos durante tres semanas, en detrimento del comienzo de la campaña electoral. La estrategia agresiva del PP ha ayudado a los militantes del PSOE a salir de esta depresión colectiva. Pero también han hecho falta tres reuniones de la dirección del partido, que ha comprobado que a las federaciones les cuesta sacar la campaña electoral a la calle. El sábado los socialistas tuvieron que suspender un mitin en Puerto Real (Cádiz): no había público. Ayer, Fernando Morán y Javier Solana sólo reunieron a 1.000 personas en Logroño.
La salida de la depresión colectiva de los socialistas tiene que ver con la estrategia del PP, extremadamente agresiva a juicio del PSOE, manifestada sobre todo contra el vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra, y con las tres reuniones celebradas por la dirección del partido para ver cómo pueden despertar a su gente. "Los corruptos caerán y el partido continuará" es otra consigna repetida.El convencimiento de que las Ias personas pasarán, incluso las más carismáticas, pero el partido tiene que continuar", es el lema que en estos días repiten todos los dirigentes provinciales y regionales en las agrupaciones en una primera fase de reuniones internas "para que la gente se ponga las pilas", informa un dirigente regional. A partir de esta semana comprobarán si las terapias han surtido efecto y salen a la calle para hacer campaña.
Al comienzo de la semana pasada cundió cierto desánimo en la sede federal del PSOE al comprobar la escasa animación que existía en todas las federaciones en relación con la campaña electoral.
El coordinador de la campaña, Txiki Benegas, y el secretario de Organización, Cipriá Ciscar, convocaron tres reuniones -lunes, martes y jueves- para agitar políticamente al partido. En la primera estuvieron presentes los cinco miembros del comité de estrategia. El martes se reunieron los dos citados junto a Francisco Fernández Marugán; el ministro de la Presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba, y el presidente del grupo socialista, Joaquín Almunia, para ver cuál debe ser la estrategia coordinada entre el partido, el grupo parlamentario y el Gobierno. El jueves, Benegas y Ciscar reunieron a los secretarios regionales del PSOE. En las reuniones se constató el desánimo existente en las agrupaciones.
En apenas tres días, la situación ha variado sensiblemente. La conclusión que los secretarios regionales han transmitido a la dirección federal es de recuperación de un pulso inexistente desde hacía 15 días. La vorágine de escándalos, unidos a los conflictos industriales, estaban encogiendo a los militantes, que ya anunciaban que en los sitios en conflicto casi no habría campaña. El PP está sacando al PSOE de su inhibición, sobre todo tras la sesión del miércoles contra Serra. "Sólo faltó que le pegaran y que nos pegaran a los demás en el pasillo", señala un diputado y dirigente regional.
Este dirigente ha intercambiado estados de ánimo con compañeros de otras federaciones para constatar cierta alza en la "combatividad" del partido, si bien los escándalos por corrupción han seguido acaparando las preguntas que los militantes y cuadros medios han formulado durante la pasada semana a sus líderes provinciales y regionales en reuniones internas.
"Si el PP enseña su cara de derecha pura los militantes del PSOE les harán frente", indica un dirigente socialista. "No nos vamos a callar ante tanto insulto", dijo el sábado en Baleares el ministro de la Presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba, informa Andreu Manresa. Al tiempo, el secretario general de las Juventudes Socialistas de España, Juan Bouza, hizo su diagnóstico. "Han enseñado su verdadera cara: fascistas sin maquillaje".
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